El Govern ha aprobado hoy una aportación extraordinaria de 2,6 millones de euros para que los consells insulars puedan abonar en lo que resta de año la renta mínima de inserción, una ayuda mensual de 400 euros para personas desfavorecidas cuya demanda se ha disparado por la crisis.
Los fondos del Ejecutivo para la renta mínima de inserción se amplían así un 89 por ciento, ya que la partida presupuestada para el conjunto de 2010 era de 2,9 millones de euros.
En 2007 fueron 1.006 las personas que percibieron esta ayuda pública para cubrir sus necesidades básicas, que se complementa con programas de inserción social y laboral, y el año pasado el número de beneficiarios ascendió a 1.937, lo que representa un crecimiento del 92 por ciento.
La portavoz del Govern, Joana Barceló, ha incidido hoy tras el Consell de Govern en que el propósito de la renta mínima es contribuir a la integración de personas en situación vulnerable y evitar su exclusión social.