El Hospital de Son Dureta ha realizado la primera extracción de riñón de una donante viva, por vía laparoscópica, y el posterior trasplante de riñón a una paciente que padecía una enfermedad renal crónica.
La donación que se produjo de madre a hija, con una intervención realizada el pasado día 30 de septiembre y que fue publicatada ayer por el conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs, es la primera que se realiza en las Islas, aunque ya se viene practicando en otros 29 hospitales españoles.
Thomàs recordó ayer que Son Dureta está autorizado para trasplantar riñones de donantes vivos desde mayo de 2009 y que una intervención de este tipo, que favorece la recuperación y reduce el riesgo de infección, «necesita el trabajo coordinado de numerosos profesionales del hospital».
El conseller destacó también los buenos resultados del sistema de donación de órganos de personas fallecidas, que ha permitido que durante este año se hayan llevado a cabo 40 trasplantes de riñón, recordando también que la bajada de muertes por accidentes de tráfico ha rebajado las donaciones, por lo que la aportación de los donantes vivos supone un gran avance para los enfermos renales que necesitan ser intervenidos.
Por su parte el doctor Mariano Ozonas, coordinador del equipo que llevó a cabo el trasplante, explicó ayer que «en unos días» realizarán la segunda intervención de este tipo en Son Dureta y añadió que está «convencido» de que cada vez serán más «los familiares de enfermos de riñón que cedan uno de sus órganos».
El nefrólogo Gonzalo Gómez explicó ayer que la opción de realizar un trasplante de donante vivo se plantea en todos los casos en los que el paciente necesita un nuevo riñón, pero que para que se pueda llevar a cabo el donante tiene que estar en perfecto estado de salud.
Listas
Un total de 87 ciudadanos de las Islas están en lista de espera para un trasplante renal, 67 en Son Dureta y otros 20 enfermos de las Islas aguardan para recibir un nuevo riñón en centros hospitalarios de la Península, según explicó el doctor Gómez.
Por su parte la presidenta de la Asociación de Lucha contra las Enfermedades Renales (Alcer), Manuela de la Vega, mostró su apoyo a las nuevas intervenciones puestas en marcha en Son Dureta y afirmó que confía en que aumenten las donaciones renales en vida, aunque también precisó que, hasta ahora, en muchos casos «son los propios enfermos quienes rechazan que sus familiares donen sus riñones» y que espera que «las donaciones se incrementen».