Un año más el pueblo de Sant Jordi se convirtió en el escenario más navideño de la isla cuando, ayer por la tarde y por cuarto año consecutivo, los niños que asisten a catequesis en la parroquia protagonizaron los villancicos y el pesebre viviente.
El evento que se halla dentro del marco del programa de los festejos de Navidad de este año del Ayuntament de Sant Josep de sa Talaia constó de dos partes. Primero, más de un centenar de niños de primer y segundo curso de catequesis interpretaron seis piezas de villancicos frente a padres y amigos que no quisieron perderse el encuentro. La segunda parte y, quizás la más esperada, fue la del belén viviente realizado por los niños de segundo y los júniors, de 11 a 15 años, en el que estuvieron, más allá de sus personajes más famosos, el escriba, los pastores y Heródes. Durante casi 20 minutos el público disfrutó de este acto sacramental plagado de energía.
Al terminar, la celebración continuó con un «pica-pica» en el que grandes y chicos compartieron sus vivencias.