El Ayuntamiento de Sant Josep aún no ha logrado notificar a todos los propietarios de las edificaciones en ruina de sa Caixota su obligación de acabar de derribarlas y retirar los escombros. Esta orden recae sobre los 26 apartamentos del Residencial Vista Alegre y dos casas que se convirtieron en ruinas al caer ladera abajo debido a la inestabilidad del terreno tras unas fuertes lluvias en septiembre de 2005.
Esta notificación a todos los propietarios es muy importante, porque mientras no estén todos oficialmente informados no comienza a correr el plazo de dos meses que se les ha dado para que ejecuten el derribo. En caso de que no tirasen los edificios, sería el Ayuntamiento de Sant Josep el que lo haría subsidiariamente.
Complicaciones
El concejal de Urbanismo, Josep Antoni Prats, explicó que este trámite es muy complicado porque más de la mitad son extranjeros. «No se dan por enterados de los comunicados que les enviamos, no nos ponen las cosas fáciles», relató Prats, que explicó que tienen que publicarlo en los consulados de los respectivos países de origen. «Para los propietarios del Estado español esto es sencillo porque lo publicas en el BOE y ya está, pero si es de otro país lo tienes que hacer en el consulado», aclaró Prats, que indicó que el problema es que en algunos casos no hay un sólo propietario, ya que hay apartamentos en régimen de multipropiedad.
«Incluso hay algunos que son de propietarios y sociedades a la vez, por eso nos cuesta mucho cuando hacemos los requerimientos legales», añadió Prats, que indicó que la cosa ahora se puede complicar si alguno de ellos interpone algún otro recurso, algo que no esperan. «Hubo uno del Residencial Vista Alegre, pero ya lo desestimaron y por eso ahora hemos hecho la orden de ejecución; lo que argumentaban desde el Residencial era que el edificio no estaba en ruina y no ha habido que hacer muchos estudios para ver que efectivamente está en ruinas», destacó Prats, que indicó que procuran ser muy cuidadosos en el cumplimiento de la ley porque «un paso en falso nos podría llevar hacia atrás todo el trabajo hecho».
El Ayuntamiento espera que pueda demolerse en 2011
Pese a la complicación de los trámites, el concejal de Urbanismo confía en que a lo largo del 2011 se puedan demoler estas ruinas, que ya llevan cinco años sobre el terreno. «Si no podemos, como mínimo iremos avanzando para poder resolverlo», indicó Prats, que remarcó que aunque estén todos los trámites hechos, para poder empezar a trabajar en la zona la Junta de Compensación tiene que arreglar los viales para evitar riesgos. «La maquinaria tiene que ir por caminos estables», resaltó el concejal, que recordó que la urbanización no está recepcionada.