La comercialización del pescado de Eivissa y Formentera cada día es más costosa. De hecho, desde 2007, año en que se facturaron 1,97 millones de euros, la cifra más alta, el valor del producto comercializado ha bajado en cerca de un 13 por ciento, cerrando el 2010 con una cantidad de 1,72 millones de euros.
Durante el año anterior, en 2009, la cofradía cerró el ejercicio con 18.300 euros más que en 2010 y 119 toneladas de pescado más.
En cuanto a las toneladas capturadas, también se ha registrado un descenso importante pasando de las 295 toneladas en 2007 a las 241 del pasado año, según los datos facilitados por la Cofradía de Pescadores de Vila.
El motivo de estos descensos es la necesidad de mejorar la comercialización del producto pesquero de las Pitiüses: «El gran reto es mejorar el tema de comercialización porque los cambios en los hábitos alimentarios hacen que la gente busque menos el pescado autóctono y se decante más por el que viene de fuera, ya fileteado y tratado, y es más rápido de preparar. Pero de esta manera, se está renunciando a un pescado de máxima frescura y máxima garantía», explicó la directora general de Pesca del Govern balear, Patricia Arbona.
El secretario de la Cofradía de Pescadores de Vila, Xicu Cardona, apuntó que cada vez es «más difícil sacar adelante las especies que tradicionalmente son de Eivissa; hay mucha competencia con la entrada de pescado que viene de fuera con calidades diferentes y precios muy bajos».
Otras dificultades
Asimismo, otro de los puntos que hace flaquear al sector pesquero de las Pitiüses es el incremento del precio del combustible, «que con los años se ha disparado y está apretando de forma muy negativa a los pescadores», resaltó Cardona. Aún así, Arbona destacó que la flota pesquera de Balears está «bastante bien si nos comparamos con las de Levante».
Además, y según los datos facilitados por la Cofradía de Pescadores de Vila, en la última década se han perdido 25 socios y 16 embarcaciones. Actualmente, hay registrados 55 miembros y 34 barcas pesqueras: «Durante los años anteriores, que hubo tanto trabajo en el sector de la construcción y de la hostelería, las generaciones nuevas huían hacia esos sectores», explicó Cardona. Aún así, señaló que en estos momentos de dificultades económicas se observa una tendencia contraria. «La gente que tiene un barco de la familia intentan trabajarlo pero hay que hacer una inversión importante y se tiene que obtener una titulación», explicó.
Este último aspecto, el de la formación, es otro de los aspectos que critican desde la Cofradía ya que no existe la posibilidad de cursar estudios de forma regular: «Si cada año empezase un curso, la gente ya tendría una perspectiva, pero eso no existe en Eivissa».
El sector pitiuso recibe en esta legislatura 785.200 euros en ayudas públicas
La directora general de Pesca del Govern balear, Patricia Arbona, destacó que a lo largo de esta legislatura los pescadores de las Pitiüses han obtenido ayudas por valor de 785.200 euros, financiados por Balears y por el Fondo Europeo de Pesca (FEP). Estas ayudas han ido dirigidas, entre otras, a la paralización definitiva de embarcaciones, de la que en Eivissa sólo ha habido un caso. «El fondo europeo ha sido una fuente de financiación muy potente y un instrumento que ha permitido a la Cofradía de Pescadores modernizarse y adaptarse a las nuevas circunstancias, y también para los propios pescadores, que han tenido la oportunidad de invertir en sus propias embarcaciones y buscar la rentabilidad y la viabilidad del sector», apuntó Arbona.