Durante las excavaciones arqueológicas previas a la apertura de un túnel que conectará el aparcamiento exterior de las murallas con el Parador los expertos se han topado con un hallazgo importantísimo. Se ha encontrado el vestigio más antiguo de la ciudad de Eivissa, que data del 600 antes de Cristo, y que coincide con el traslado del asentamiento de sa Caleta a la ciudad de Eivissa.
Se trata de un área con construcciones fenicias (habitaciones y una posible calle) que corresponden a la fundación de la ciudad. Según explicó el arqueólogo del Consell, Joan Ramon, hay varios muros «que conservan más de un metro de altura que son idénticos a los de sa Caleta», poblado fenicio que está declarado Patrimonio de la Humanidad y que es el primer vestigio de civilización en Eivissa.
Ramon recuerda que durante la excavación para la reforma del Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) ya salieron restos «que son contemporáneos o de muy pocos años después» y que demuestran que la ciudad «creció muy deprisa».
Asimismo, en el Castillo también se ha encontrado una estructura rectangular con una caja de escalera que podría corresponder a un templo de principios del Alto Imperio Romano. «Deben datar del cambio de era o de muy pocos años después», expresó el arqueólogo, que indicó que dan mucha importancia también a esta construcción porque da idea de una secuencia constructiva que se inicia en la época fenicia y que duraría hasta la romana, ya que otros restos constructivos fueron arrasados por las edificaciones medievales y renacentistas.
Ramon señala que en una escala sobre diez este hallazgo recibiría una nota de «nueve alto» porque muestra las primeras etapas del Castillo, la «parte culminante de la acrópolis histórica de la ciudad desde su fundación». Esto confirma las sospechas de los expertos de un asentamiento fenicio en Vila y son los vestigios más antiguos junto a un tramo de muralla púnica del siglo IV antes de Cristo que desde el Consell también entienden «que se tiene que poner en valor».
La consellera de Política Patrimonial, Marga Torres, indicó que estos restos se deberán conservar in situ y museizar para que puedan ser disfrutados por los ciudadanos. De hecho, cuando se produjo el descubrimiento los miembros de la ponencia técnica de la Comisión de Patrimonio del Consell (Ciotupha) ya los visitaron y se planteó desplazar el túnel para que no afectara a los restos.
Entrar por una antigua cisterna, una de las posibles soluciones
La consellera explicó que los restos se podrán museizar fácilmente porque están cercanos a la superficie. También indicó que tienen que volver a reunirse con Turespaña para ver cómo se lleva a cabo la museización.
El arqueólogo Joan Ramon también insistió en la necesidad de terminar la excavación iniciada.