El Ayuntamiento de Sant Josep sigue reclamando al Govern balear que remodele la calle principal de Sant Jordi para convertirla en vía urbana, que era uno de los compromisos del Ejecutivo autonómico cuando se terminaron las obras de construcción de la autovía al aeropuerto.
Según explicó el concejal josepí de Urbanismo, Josep Antoni Prats, no han dejado de insistir en que se haga esta obra, pero entienden que el Govern no tiene en este momento presupuesto para ejecutarla. Tampoco se plantean llevarla a cabo ellos porque no es una vía de la que posean la titularidad y, por lo tanto, no tienen competencias. «Tenemos un proyecto, pero lo que falta es la financiación», remarcó el edil Prats.
El concejal también explicó que la idea del Consistorio es hacer algo «más ambicioso» que simplemente reasfaltar la vía. En principio la idea era convertirlo en una calle urbana tipo bulevar, donde se circule a una menor velocidad.
Desde la Conselleria d'Obres Públiques i Habitatge del Govern balear indicaron que, por el momento, no tienen presupuesto para ejecutar esta vía debido a la precaria situación económica por la que atraviesan las arcas públicas autonómicas.
Drenaje de la autovía
El Ayuntamiento de Sant Josep llegó a incluir esta reclamación en sus alegaciones al proyecto de drenaje de las autovías, que recibirá financiación del Estatut. Sin embargo, esta sugerencia no fue aceptada por el Govern balear, tal y como reconoció Prats.
En las alegaciones se pedía que el proyecto modificado final de la autovía al aeropuerto incluyera una partida presupuestaria para «transfromar en vía urbana la antigua carretera a su paso por el centro de Sant Jordi».
Arreglos pequeños de los desperfectos de la autovía
El concejal indicó que el Govern ha arreglado algunos desperfectos que ocasionaron las autovías, como los daños que en el asfalto de delante del bar Tapa Tapa o el arreglo del depósito bajo la rotonda de Can Fonoll, «para que no tire agua constantemente». No se han abordado otros arreglos más caros.
Según Prats, también les aceptaron algunas alegaciones a las obras de drenaje como que «no pinchasen» el acuífero y que el tubo desde la balsa al mar sea más grande. Remarcó que la mayoría de sugerencias se aceptaron.