Mi pueblo es Chefchaouen. Es un sitio muy mediterráneo en el que el color predominante es el azul. Es un pueblo andaluz que crearon los moriscos expulsados por España en 1471», explica con un tono sereno y lleno de amabilidad el pintor Mohammed Hakoun que mostraba ayer 15 de sus obras en el primer encuentro hispano-marroquí que se celebra hasta hoy en el Recinto Ferial. Mohammed siempre pinta sobre su pueblo: las caras de sus vecinos, puertas, paisajes. Igual que él, su amigo desde hace 52 años Ahmed Ben Amin expone por primera vez en Eivissa. En lugar de dedicarse a la pintura, Ahmed optó por la fotografía. «Somos amigos desde hace 52 años. Nos hemos criado juntos en nuestro pueblo, empezamos juntos nuestra carrera artística y somos muy buenos amigos», explica Ahmed.
Además de las exposiciones de pintura y fotografía, en este primer encuentro entre España y Marruecos también se puede conocer más sobre la gastronomía, la artesanía y diferentes aspectos políticos y culturales que tienen en común España y Marruecos. Y es el que el principal objetivo de este encuentro, organizado de manera conjunta por el Consell d'Eivissa con la asociación marroquí La Mediterránea, es acercar a los pueblos marroquí y español.
Conferencias
En este sentido, Ali Raisuni, historiador de Chaouen y referente en la historia de los moricos del norte de Marruecos, impartió la conferencia España-Marruecos. Un patrimonio histórico común en la que destacó los puntos en común que tienen ambos pueblos. «Son puertas abiertas que están condenadas a entenderse por varias razones. La primera es que tenemos una historia común, también hay intereses económicos, pues en la actualidad hay más de 2.000 empresas españolas en Marruecos. A esto se suma el tema de la inmigración ilegal en el que Marruecos y España deben colaborar activamente», explicó este historiador quien afirmó además que las buenas relaciones entre ambos países aseguran la estabilidad y seguridad. «Marruecos es muy necesario para la UE en general y para España en particular. Es el primer aliado fuera de los 27», precisó.
Y entre conferencia y conferencia también hubo momentos para reponer fuerzas con pasteles típicos de Marruecos, como chebakia (pasta de frutos secos bañada en miel con sésamo), otros hechos con dátiles o bien mlewza, que se sirvieron con un té de la región. «Me parece una muy buena idea que se haga este tipo de encuentros porque así las personas de los dos pueblos se conocen más. De esta manera la sociedad de acogida, en este caso la española, conoce mejor a quienes llegan», explicaba Wadih, un marroquí que reside en Eivissa desde hace algo más de cinco años.
Este primer encuentro hispano-marroquí continúa hoy con conferencias como la que impartirá Ahmed Aboulaala, profesor de derecho privado y ex juez, que hablará sobre la necesaria cooperación entre los dos países en temas de criminalidad, como el tráfico de drogas o el terrorismo. Hoy también habrá talleres y actividades variadas, como tatuajes de henna o caligrafía árabe. Este encuentro acabará con un concierto de clausura de Mouchabat.