La mañana amaneció gris, muy gris y lluviosa en Sant Josep, pero las ganas de vestirse de hippies, jugar y sobre todo bailar llevaron al porche de la iglesia a los pequeños Laia, Oriol, Vicent, Moisés, Neus, Martina y Jaume que llegaron acompañados de algunos de sus familiares para disfrutar de la mini Flower Power. «Este año he optado por comprarles los disfraces, pero otros años sí que los he vestido con cosas que había en casa», explicó Espe, la madre de Oriol, de tres añitos, y Laia, de cinco, quien añadió: «Nosotros nos vestiremos de hippies para la fiesta nocturna».
A la fiesta infantil de ayer por la mañana se sumó la preocupación de quienes preparaban la decoración para la fiesta Flower Power nocturna. «Es una lástima que haga este tiempo. En la previsión aparece que para la noche no habrá lluvia», explicaba Albert Marí, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Sant Josep.
A ritmo de canciones de los años sesenta, los pequeños hippies valientes bailaban al tiempo que posaban para las fotos que les hacían sus papás y mamás e intentaban que no se les cayeran las enormes gafas y collares de flores que lucían como si realmente hubieran salido de los años hippies.
Después de los bailes llegó el momento de inaugurar oficialmente las fiestas josepinas con un vermut ofrecido por la asociación Ca Sa Majora, la lectura del pregón de fiestas y una gran sonada payesa.
Los actos continúan hoy, si el tiempo lo permite, con la tradicional subida popular a sa capelleta d'en Serra con una misa y una comida de senalló (el punto de encuentro es sa creu d'en Mestre, en Benimussa). Ya por la tarde, Can Blau Gospel ofrecerá en la iglesia un concierto solidario a beneficio de Fabián Mateo y Adrià Garcia.