La Conselleria d'Educació confirmó ayer que las obras del colegio de infantil y primaria de Sa Bodega sufrirán un retraso por un cambio en el proyecto que supondrá un aumento del coste de esta infraestructura educativa debido a la importancia de los restos arqueológicos y las peticiones realizadas por la Comissió Insular d'Ordenació del Territori, Urbanisme i Patrimoni Historicoartístic (CIOTHUPA) del Consell, «que justifican la decisión de paralizar las obras de la nueva escuela mientras se redacta un nuevo proyecto que contemple la conservación y museización de los hallazgos».
El gerente del Institut Balear de Infraestructuras Educativas, Francisco Fernández, dijo ayer que «el arquitecto redactor del proyecto ya está trabajando en los cambios pero la museización significa un esfuerzo suplementario respecto al proyecto en sí; habrá que ver cómo se plasma en el proyecto, eso lleva tiempo. Hay que trabajar coordinadamente con los arqueólogos que han seguido la obra y la Ciothupa para que den el visto bueno, eso no es automático y lleva un retraso». Añadió, además, que «hace tiempo que se tenía que haber empezado las obras y no se ha podido; vamos a trabajar para agilizarlo pero también representará un mayor coste, la empresa constructora tiene un precio contratado que al modificar el proyecto tendrá unas reclamaciones que habrá que discutir». el gerente del Ibisec recordó, además, que obras, de hecho, se tuvieron que paralizar ya que los hallazgos «afectan de manera sustancial» al proyecto.
Minimizar el impacto
Badia dijo que cuando colocaron la primera piedra antes de Navidad, con las obras, ya comenzadas, «sabíamos que había una serie de restos que se habían encontrado y teníamos que modificar el proyecto de ejecución» pero ha sido en estos días donde han encontrado los restos más importantes que se han de conservar. «Hay que modificar el proyecto, minimizar el impacto que pueden tener los restos y ajustar la cuestión presupuestaria», explicó. Badia señaló que «el tiempo corre, la escuela hace falta y se ha de compaginar una cosa con la otra».
La alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, subrayó que «habrá una solución» que permita compatibilizar el proyecto inicial del colegio con los hallazgos. Destacó que hay «sintonia y acuerdo» entre ambas administraciones. Uno de los restos más importantes es un hipocausto, una instalación termal, que se encuentra localizado en la que inicialmente sería la entrada principal del colegio Sa Bodega. Arquitectos y arqueólogos han de estudiar ahora «lo que conviene museizar, lo que ha de quedar visitable y cómo ha de ser el edificio para que queden conservadas».
La intención inicial era que el traslado se hiciera en enero de 2012
La directora de Planificacion y Centros, Elvira Badia, explicó que la intención inicial era que el traslado de los alumnos de Sa Bodega sea en enero de 2012 pero ese plazo no se podrá cumplir. También el presupuesto inicial de 2,8 millones por el que se adjudicó las obras sufrirá un aumento. La directora de Planificació i Centres, Evira Badia, reconoció que «cualquier cambio representa un incremento».