Desde que se puso en funcionamiento allá por el año 1973, por la Granja Santa Gertrudis han pasado multitud de niños para ver cómo se elaboran sus productos lacteos. Los tiempos, las técnicas y las generaciones han ido cambiando pero hay algo que permanece intalterable, la figura de Agustín Felipe, que lleva en la compañía desde que ésta abrió hace 37 años.
Por eso, mientras comenta entre risas aquello de «hay que comer mucho queso porque yo lo hice de pequeño y mirad lo alto que soy», se siente especialmente orgulloso de haber visto pasar por la granja a multitud de niños de todas las edades. Los últimos en hacerlo fueron los niños de 3, 4 y 5 años del Colegio de Santa Gertrudis ayer por la mañana con alguna profesora como Laura, que ya pasó por este mismo lugar hace algunos años.
Hoy harán 'flaó'
Así, con la excusa de ir a comprar queso para hacer hoy por la mañana flaó, se acercaron hasta el lugar unos 120 niños. Todos ellos quedaron impresionados cuando vieron los corderos, las vacas y como se las ordeña, o como José María le daba a la manguera para soltar la leche que luego se usará en la elaboración del producto.
Según Agustín, ayer se trabajó con 2.000 litros de leche que, en este caso, irían destinados a hacer queso curado ya que «para el fresco es necesario unas temperaturas distintas que no permitirían que estuviéramos aquí explicando el proceso a los niños».
Además, la mañana tan especial que vivieron estos pequeños del Colegio de Santa Gertrudis se vió complementada con una visita a los caballos del Centro Hípico Can Mayans, situado al lado de la granja, y con un viaje de ida y vuelta en el Tren Turístico Ibiza Express, que dejó a todos los niños con la boca abierta.