El PSIB-PSOE aumentará en 250 millones de euros el presupuesto de la sanidad pública durante la próxima legislatura, gastará el 5,5% del PIB balear a esta materia y convertirá los viejos hospitales de Son Dureta y Verge de Montero, y el de Can Misses cuando se cierre, en centros sociosanitarios.
El programa socialista garantiza que el médico de cabecera o la enfermera de Atención Primaria atienda al enfermo en menos de 48 horas y que las personas con un problema de salud grave o complejo tengan derecho a una segunda opinión médica con un especialista del sistema sanitario público.
El secretario general del PSIB-PSOE, Francesc Antich, y el conseller de Sanidad y Consumo, Vicenc Thomas, han presentado hoy los principales objetivos de la política sanitaria en las islas durante los próximos cuatro años, en caso de que continúen gobernando.
Antich ha asegurado que su ejecutivo priorizará el gasto para mejorar la financiación y atención sanitarias y en ningún caso aplicará el recorte que está llevando a cabo el gobierno catalán de CiU, que es un ejemplo de lo que puede suceder «si aquí gobiernan los conservadores».