José Moreno un buen día estando con sus amigos se le ocurrió que podía hacer un tiovivo ecológico, esto es, impulsado por la fuerza humana gracias al mecanismo de una bicicleta. Tal éxito tuvo su idea que la ha movido por buena parte de España hasta llegar este verano al mercadillo nocturno de Las Dalias. El miércoles por la noche, este chico pedaleaba la bicicleta que impulsa las vueltas de los dos caballitos en los que estaban montadas dos niñas, que saludaban sin parara a las cámaras de sus padres y madres. «Creo que les gusta más a los padres que a los niños», afirmaba José Moreno,que aseguró estar muy contento por tener un hueco en este mercado tan tradicional de la isla.
Otra de las artesanas que estrenan puesto en Las Dalias es Cristina, a la que todos sus amigos y conocidos llaman 'Bebé' y que diseña bikinis hechos con licra colombiana, una de las mejores del mundo. «Creo que estar aquí es tener una muy buena oportunidad porque es un sitio genuino en el que se seleccionan mucho los puestos que pueden estar», explicó luciendo uno de sus diseños y puntualizando entre risas: «Diseño biquinis, pero soy nudista».
Si bien Jose y Cristina se estrenan en este mercado ubicado en la carretera de Sant Carles, son muchos los artesanos que tienen su puesto allí desde hace años, como el caso de Luis Miguel y Freda, que llegaron de Cantabria hace seis años para pasar sus vacaciones de verano y, al regresar a su tierra, decidieron coger la maleta y venir a Eivissa para instalar su hogar y su profesión aquí: «Lo bueno que tiene esta isla en general y este mercado en particular es que la gente es muy hospitalaria», explicó Freda, quien comenta entre risas que una de las anécdotas que más le pasan cada verano es que confunden a su pareja con Carles Puyol.
Los lunes, desde junio hasta septiembre, martes, en julio y agosto, y domingos de agosto, centenares de personas recorren y recorrerán por la noche los puestos de este emblemático lugar buscando algo para regalar, de recuerdo, para alguna colección o simplemente como capricho propio. Eso sí, que sea original, y este mercado lo es, pues se puede encontrar desde prendas de cuero, ropas con marcado aire sesentero, marionetas de dedo, todo tipo de bolsos y artículos de plata, sombreros y hasta prendas y objetos hechos con las anillas de las latas. «Tengo carteras, cinturones, chalecos, camisetas, bolsos y gorras hechos con anillas», explica Sonia Touch, que lleva seis años en Las Dalias. En este mar de originalidad también hay hueco para la tradición renovada, como es el caso de Eugenia Espina, que hace muñequitas payesas cien por cien artesanales que al mismo tiempo son ambientadores de lavanda natural. Entre los artículos más curiosos también se encuentran los sombreros de mil formas y colores de la escocesa Valerie Anderson, que lleva en Eivissa 25 años. Ella piensa que con los años Las Dalias ha crecido en popularidad porque mantiene ese carácter especial desde hace años: «De todos los mercados que hay en la isla es el que tiene cosas más diferentes. Seleccionan mucho los puestos que pueden estar aquí», cuenta Valerie.