Su relación con Formentera se remonta a principios de los 90 cuando descubrió una isla en la que podía respirar paz y encontrarse con la naturaleza que tantas veces inspira sus canciones. «La conexión que tengo con Formentera es muy íntima. He compuesto aquí muchas de mis canciones y no sólo de mi último trabajo. Formentera es un sitio al que siempre vuelvo para encontrarme», cuenta la cantautora Christina Rosenvinge que actuará mañana en la pitiusa menor con motivo de las fiestas del Carmen.
Desde que saliera a la luz su último disco, La joven Dolores, Rosenvinge mostró su interés por presentar el disco en Formentera, pues fue donde compuso la mayoría de temas y el título del trabajo está inspirado en una embarcación que cubría los trayectos entre Eivissa y Formentera desde los años 60 y hasta final de siglo XX.
«Siempre que empiezo a escribir en Formentera salen escenarios naturales. En mi último disco hay muchas canciones que tienen que ver con la mitología griega vista desde el lado femenino», explica. Así, para este trabajo la artista extrajo personajes mitológicos y los hizo suyos haciéndoles protagonistas de historias algo más modernas.
Durante el proceso de creación, Rosenvinge se inspiró mucho en Formentera, tal y como se puede ver en canciones como Mi vida bajo el agua o Jorge y yo. «Recuerdo estar una tarde mirando la roca de es Vedrà, donde según la leyenda vivían las sirenas de Homero. De ahí se me ocurrió crear la canción Mi vida bajo el agua, donde se narra la historia de una sirena moderna», cuenta la artista. Otro de los temas que compuso por tener tan presente a Formentera es Jorge y yo: «En esa canción cuento la relación tan natural que teníamos mi hermano y yo; aparece el escenario natural de la poza a la que íbamos los dos a jugar y a la que no se puede acceder fácilmente».
Íntima y quizá algo más profunda que en sus trabajos anteriores, Christina Rosenvinge asegura que cuando quiere contar una historia siempre busca elementos que tenga en común con ella: «Mis canciones tienen mucho de autobiográfico; siempre salen cosas que me han pasado a mí». Esa profundidad le ha llevado a conectar muy bien con su público con el que asegura que tiene una relación especial: «Creo que cuando escribes las historias estableces una relación muy íntima con el público que las escucha. Hay gente que me conoce perfectamente por mis temas y yo tengo esa sensación. Ellos saben de lo que hablo yo y yo sé lo que sienten ellos».