Antonia Marí y sus hijas Cati y Antonia llegaron ayer caminando desde Sant Josep a la misa de es Cubells en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, que precedió a la tradicional procesión marinera que tanto éxito tiene en Eivissa. «Es una celebración de carácter religioso que se ha celebrado siempre y a la que siempre acude mucha gente», explicó Antonia.
Quizá porque el mar estaba un poco revuelto por el viento o porque fue un domingo de calor para estar en la playa, la poca afluencia de gente fue uno de los comentarios que más se escuchó entre quienes bajaban para despedir a la virgen en barco o bien subirse con ella. «Creo que hay poca gente este año porque el mar está algo picado y hace viento», explicó Lourdes Albuixec, que acude siempre que puede a esta procesión. «Hace 25 años que vivo aquí y siempre he venido a esta procesión. El año pasado hice una promesa que se cumplió y por eso estoy hoy [por ayer] aquí, para darle las gracias a la Virgen del Carmen», precisa.
Según discurría el trayecto, muchos fieles a la Virgen del Carmen comentaban lo bien que estaba el camino: «Antes no estaba así; era un pelín más peligroso y costaba más subir. Lo han arreglado este invierno», explicó una de las vecinas de es Cubells.
La comitiva procesional, que estuvo encabezada por el párroco del pueblo José Luis Moya, echó de menos a un grupo de monjas que cada año suelen participar en esta procesión. «Suele venir un grupo que estudia en Roma, pero este año se han ido antes», concretó María, vecina de esta localidad. Ya en las barcas los vecinos lanzaron la corona de flores en memoria de los trabajadores del mar que han fallecido en él.
La procesión por el Carmen también tuvo un protagonismo destacado en Portinatx y Sant Antoni donde muchos fieles y devotos a la virgen del Carmen siguieron las procesiones. En Formentera, además, se celebró la procesión marinera en es Pujols, también seguida por muchos turistas y residentes.