A primera hora de ayer una mezcla de sentimientos invadía a Emily Peacock. Por un lado estaba nerviosa y por otro expectante mientras su profesor François terminaba por ordenar bombonas, gafas y aletas. Y es que a sus nueve años esta niña inglesa tenía por delante su bautismo de buceo.
Algo que fue posible gracias al programa 'Burbujitas' puesto en marcha por el Club d´Activitats Subaquàtiques Vedrà para que, según su propio profesor, «los niños menores de diez años descubran el mundo del buceo haciendo inmersiones de hasta dos metros de profundidad».
Piscina y mar
Para ello, los primeros pasos se dan en una piscina de un hotel cercano. En este caso en cuanto tocó el agua, Emily perdió todo su miedo y se mostró, según François, como «un pequeño pececito» que nadó muy hábil y relajada.
Después tras una serie de juegos que sirvieron para que cogiera confianza, la pequeña y su profesor acudieron hasta Cala Tarida donde empezaron a bucear en el mar ante la expectación que se generó en la playa.
En este lugar y de la mano de este francés, que lleva 17 años enseñando los secretos del mundo del submarinismo a los niños, la joven inglesa pudo disfrutar durante cerca de una hora de su primera experiencia de este tipo y descubrir todos los secretos que encierran las aguas cristalinas de la zona.
Algo que según Àngeles, una de los miembros de este club, «llevan a cabo muchos niños extranjeros en julio y agosto ya que todos quieren probar esta actividad porque les permite su primer contacto con el buceo y disfrutar de primera mano con peces que nunca habían visto antes».