Ayer fue un día de presentaciones por todo lo alto para la pareja que forman Norma Duval y el empresario alemán Matthias Khün, ya que por un lado dieron a conocer la Fundación Tagomago, y por otro, abrieron por primera vez las puertas de su espectacular casa en esta isla privada de Eivissa.
Para ello además invitaron al nadador David Meca quien nadó unos diez kilómetros en aguas abiertas en uno de sus habituales desafíos. Algo que el catalán aseguró haber hecho «encantando por la posibilidad de contemplar durante la travesía de unos diez kilómetros tortugas marinas y peces como los que nunca había visto».
Fundación Tagomago.
No en vano los fondos marinos de Tagomago son de los más espectaculares de Eivissa y todo Balears. Por eso y con la intención de defender el medio ambiente de esta Isla, Matthias Khün puso en marcha la Fundación Tagomago el 17 de febrero de 2009.
Según el empresario alemán ya se han realizado trabajos de divulgación, recuento, catalogación y control de especies que les ha permitido entre otras cosas «constatar que en la Isla hay una gran plaga de gaviotas que traen la basura del vertedero de Cala Llonga hasta la zona del faro dejándolo todo lleno de basuras, plásticos y huesos, que nosotros mismos nos tenemos que encargar de limpiar porque no queremos que se eche a perder».
Y es que para Norma y Matthias el lugar es mágico. Según la exvedette, «más allá de que sea un lugar paradisiaco significa algo muy especial para nosotros porque, entre otras cosas, aquí nos conocimos y empezó nuestra historia de amor».
En este sentido Norma aseguró estar tan contenta con su nueva vida al lado del empresario alemán que aseguró que no sabe si finalmente hará la obra de teatro La Diva que Santiago Moncada ha escrito para ella «porque para mi ahora lo primero es estar con mi familia, con Matthias y sus hijos».
Por eso la exvedette afirmó que siempre que pueden se escapan hacia su casa de Tagomago «para vivir juntos unos días, sin importarnos si es invierno o verano, y si podemos, además, la compartimos con nuestros amigos».
Una sensación que desde hace poco también pueden compartir aquellos que se puedan gastar 100.000 euros a la semana, ya que según Matthias Kühn, «una de las intenciones para que todo salga rentable es alquilar la Isla y la vivienda, incluyendo las cinco habitaciones dobles, el servicio y todo lo que los inquilinos necesiten en cada momento».
Algo que, según el alemán, ya han hecho «algún que otro jugador de fútbol o personaje V.I.P que han venido hasta este entorno paradisiaco para vivir unos días en total discreción sin que nadie lo sepa»