El turismo británico dejó en Eivissa el año pasado más de 600 millones de euros. Así lo aseguró ayer el embajador británico en España, Giles Paxman, quien remarcó que en 2011 esta cifra podría superarse, ya que entre enero y julio han llegado 700.000 británicos, más que todos los que aterrizaron el año pasado, que fueron 632.000. De hecho, uno de cada tres turistas que visita la Isla procede de Gran Bretaña, por lo que Paxman destacó la importancia de estos visitantes para la economía de Eivissa.
El embajador está en Eivissa para conocer su oferta turística y los problemas que pueden afectar a sus conciudadanos para poder «minimizar los riesgos y colaborar» en la atención que se les da. Se reunió con dueños de discotecas, touroperadores, servicios de emergencias, el director del aeropuerto, el del hospital, con la directora insular y el presidente del Consell, entre otros.
Drogas
Paxman explicó que trabajan para evitar los problemas con las drogas que siempre se asocian al turismo británico y remarcó que existe una «estrecha colaboración» entre la policía británica y las autoridades españolas para la lucha contra los estupefacientes. Aseguró que dan consejos sobre ello a sus conciudadanos antes de que viajen a la Isla, aunque «siempre hay gente que no escucha y paga las consecuencias». De hecho, en sus reuniones ha hablado sobre las «campañas informativas de prevención del consumo de drogas y el abuso de alcohol». «De los 700.000 que llegan, que son muchos, algunos toman drogas, algunos no respetan las normas, pero la mayoría tiene una visión muy positiva de la isla», añadió Paxman, que remarcó que tienen un nivel de «fidelidad muy fuerte», por lo que muchos repiten.
El embajador británico explicó que una de las tendencias que ha detectado es la disminución de los viajes a través de touroperador. Hace años, el 70% de los británicos que llegaban a la Isla lo hacían de la mano de estas empresas, pero ahora el porcentaje ha disminuido a un 25%, lo que ha hecho que el consulado tenga más trabajo y una relación «más directa» con el turista.
Otra de las tendencias es que con la crisis económica los turistas «llegan con menos recursos» y en una situación «más frágil», lo que también provoca más problemas que necesitan de ayuda consular. Como ejemplo destacó que muchos piensan que al reservar un todo incluido en el hotel no es preciso que traigan dinero.
En general, se ha notado un incremento en todo tipo de problemas que necesitan de contacto con el consulado, como las hospitalizaciones o problemas sanitarios y un aumento «fuerte» en el número de pasaportes perdidos. Las detenciones han sido «más o menos las misas» que en 2010.
El embajador aclaró que su finalidad es ayudar a los británicos para que se informen sobre las leyes que rigen en España antes de viajar, además de que les aconsejan contratar un seguro. «El 80% sí viajan con seguro, pero un 20% no; un dato interesante es que el turista británico gasta más en el aeropuerto antes de salir comprando una revista o comida que el coste de un seguro», añadió.
En su reunión con el presidente del Consell, Vicent Serra, habló sobre la posibildiad de desarrollar más la oferta turística, ya que ahora la mayoría de visitantes son jóvenes y se quiere llegar también a las familias u a otro tipo de público.
En toda España los visitantes británicos han aumentado un 9% este año y el embajador lo atribuye a la situación de otros destinos competidores. «El reto es ver cómo pueden aprovechar este fenómeno para dar a conocer más ampliamente a los británicos cuál es la oferta de la Isla», concluyó.
Asegura que los dueños de las discotecas están «más concienciados»
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