El programa Un Mar de Posibilidades del Club Náutico de Ibiza (CNI) vivió ayer su fiesta de fin de verano en la playa de Talamanca con la presencia de más de 60 participantes de los cerca de 250 que han participado en sus numerosas actividades organizadas durante este año.
En dicha fiesta, como afirmó Pedro Cárceles, coordinador de este proyecto iniciado por la asociación A.D.A.S en el año 2004, «la idea principal es que todas aquellas personas con necesidades especiales de Eivissa disfruten jugando con todo lo que ofrece el mar».
Algo que no sería posible sin el trabajo de los profesionales y voluntarios que trabajan con los usuarios y que ayer volvieron a demostrar su gran humor, vistiéndose para la ocasión con narices de payaso rojas y parches de pirata en los ojos.
Además en la zona de la playa de Talamanca habilitada para personas con discapacidad se organizaron multitud de juegos en los que usuarios como el joven Joel demostraron su habilidad y su buen equilibrio, y varias actividades con gran cantidad de elementos adaptados, como unos peculiares asientos neumáticos blancos y azules que, según Pedro Cárceles, «se usaban ayer por primera vez».
Además también llamaba la atención un complejo sistema de sillas de mar unidas a una motora. Según el coordinador de un Mar de Posibilidades, «con ello se consigue que las personas con discapacidades motoras puedan entrar y salir del agua sin apenas ayuda y además que con las vibraciones que provoca la lancha se produzca un efecto de hidromasaje en el mar abierto».
Y todo para que, como afirmó Pedro Cárceles, «en el mar no haya barreras para nadie».