Las asociaciones cuyo trabajo depende de las subvenciones públicas no pasan por un buen momento económico. El actual equipo de gobierno del Consell d'Eivissa no puede hacer frente a los pagos de las ayudas. Por ello, han encontrado la fórmula para cubrir las necesidades de asociaciones que dependen de las ayudas públicas.
Dada la falta de liquidez, el departamento de Economia i Hisenda del Consell adopta las líneas de cesión de crédito a través de entidades financieras que adelantarán el importe de las ayudas, por lo que será la máxima institución insular la que tenga que pagar el crédito a las entidades financieras y no las asociaciones. El funcionamiento para obtener estas líneas de cesión de créditos se basa en la justificación de los gastos por parte de la asociación, esto es, en qué invierten la subvención. Con la justificación hecha, el Consell emite un certificado de reconocimiento de la obligación de pago a la entidad financiera y la asociación ya puede tramitar la línea de crédito. Según informó el Consell, tres asociaciones, una de ellas Deforsam (a la que el Consell concedió una ayuda de 55.000 euros), se han adherido a esta modalidad de pago de subvenciones.
«Quiero compromiso y una visión realista. He conseguido una reunión con el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Serra, para transmitirle las preocupaciones de Deforsam», explicó María Furnier, presidenta de Deforsam, quien debido a la falta de solvencia económica tuvo que despedir a los cuatro trabajadores de la asociación entre agosto y septiembre.
El actual equipo de gobierno recuerda que bajo el mandato de Tarrés, la máxima institución insular estuvo dando subvenciones durante los seis primeros meses de 2011 sin tener una partida presupuestaria cerrada, pues si bien los presupuestos se aprobaron a principios de este año no fue hasta junio cuando cerraron el Plan de Subvenciones por un importe de 3,9 millones de euros que finalmente aprobó el gobierno de Vicent Serra para no causar daños en las asociaciones. En este sentido, y según el último informe de la Sindicatura de Comptes de Balears, el antiguo equipo de gobierno con Xico Tarrés a la cabeza entregó en 2008 hasta un 52 por ciento de las subvenciones sin libre concurrencia, es decir, a dedo.