Por un lado un circuito de seguridad vial repleto de niños montando en bicicleta. Por otro, los miembros del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil enseñando su material. Un poco más allá un panel con dos agujeros donde cualquiera se podía fotografiar siendo un Guardia Civil o un policía. Y en medio de la plaza Isidor Macabich de Santa Eulària diversión y sonrisas por todos los lados.
Esto es parte de lo que se vivió ayer durante toda la mañana en la Jornada de Seguridad que organizó el ayuntamiento de la localidad y en la que participaron miembros de la Policía Local, Protección Civil, Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, la Direcció General de Emergències y Mediclínic Tanit.
La jornada estuvo dividida en una parte lúdica y otra educativa con, entre otras cosas, un circuito que los niños pudieron recorrer en unas bicicletas que fueron cedidas para la ocasión, o un taller de pintura y audiovisuales, donde además de colorear señales, semáforos o policías, pudieron disfrutar con un DVD sobre educación vial.
Sin embargo lo que más les gustó a los niños fue lo que les enseñaron las distintas unidades de seguridad desplazadas hasta el lugar. Así por ejemplo algunos como los pequeños Lluis y Jordi, alucinaron literalmente cuando pudieron usar la sirena y el micrófono transmisor de «esos señores de naranja que están en casi todos los sitios a los que vamos», o Joan y Miguel, cuando vieron, en compañía de sus padres, «por primera vez por dentro un coche de policía de los de verdad».
Además, la iniciativa también fue un éxito entre algunos padres, como Carmen, quien aseguraba, mientras su hija Carla coloreaba un semáforo, que «está muy bien porque así los pequeños ven que no siempre la policía es mala y que se puede confiar en ella».
De ciencia ficción - Los miembros del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil dejaron alucinados a todos
Dani y David son dos de los miembros del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil que acudieron ayer hasta la plaza Isidor Macabich. Allí mostraron algunos de los utensilios que emplean en su trabajo, como una máscara especial con un comunicador entre el fondo y la superficie, un chaleco técnico de buceo para nadar a más profundidad, un propulsor acuático para largas distancias que consume mucho menos aire, mirafondos especiales o, incluso, un equipo de oxigenoterapia por si alguien tiene un problema de buceo. Con todo ello es normal que dejaran a todos los niños con la boca abierta.