Un 62 % de los estudiantes de secundaria de Baleares no considera que sus profesores sean una autoridad de referencia, frente al 27,4 % que opina que bastantes de sus docentes reúnen cualidades con las que se identifican o que les gustaría tener y al 10,6 % que aprecia esos valores en la mayoría.
Son algunos de los resultado del «Estudio sobre la Convivencia Escolar en la Educación Secundaria de las Islas Baleares» que recoge las opiniones de alumnos, familias, profesores, orientadores y equipos directivos de los centros baleares y ha presentado hoy el conseller de Educación, Cultura y Universidades, Rafael Bosch.
En el análisis de la calidad de la convivencia, el estudio refleja que la mayoría de alumnos de las Islas Baleares manifiesta que se encuentra bastante satisfecho o muy satisfecho con la convivencia y las relaciones que establece en la escuela, según un comunicado de la Conselleria.
El 86,3 % de alumnos valora de forma positiva las relaciones con los compañeros, el 82,5 % con lo que se aprende en el centro y un 79 % la relación entre la familia y el centro.
Las relaciones con el centro en general y con los profesores se sitúan en una posición intermedia (73 % y 70 %), seguidas de las relaciones que les afectan de manera más puntual (orientador 64 %, director 59 % y conserjes 54 %) .
Sin embargo, un 59,7 % de estudiantes está poco o nada satisfecho con los profesores; un 13,7 % hacia sus compañeros, un 30,8 % con la dirección del centro y en conjunto el 26,6 % de alumnos está poco o nada satisfecho con el centro.
Por su parte, más del 95 % de los profesores valoran la calidad de la convivencia como buena o muy buena. Además, más de un 82 % participaría en los procesos para la mejora de la convivencia escolar y más de un 72 % cree que influye positivamente en la vida de otras personas.
Más del 70 % de los alumnos baleares afirma que sus familias están bastante o muy contentas con los centros y el 75% de los profesores considera que los centros se dan las condiciones ideales para la participación de las familias a los procesos de ejecución y de participación en las actividades educativas y en la toma de decisiones relativas al proyecto educativo.
La segunda parte de la publicación hace referencia a los obstáculos a la convivencia y el más destacados por los profesores, los trabajadores en el departamento de orientación y los equipos directivos es la ausencia de disciplina en la familia, con un 82,4 %.
También consideran un obstáculo la falta de implicación de las familias (70,6 %), la falta de apoyo de la Administración (58,8 %), la insuficiencia de los medios de que dispone la escuela para afrontar los retos actuales (52,9 %) y la falta de formación de los profesores para resolver los problemas que plantea la convivencia (47,1 %).
La tercera parte de este estudio habla de las condiciones para construir y mejorar la convivencia. Los datos muestran que la escuela ha preparado y desarrolla acciones para mejorar la convivencia, sin embargo, hay que incrementar las medidas adoptadas de forma que lleguen a todos los centros ya todos los casos.
Según el estudio, es necesaria una buena coordinación y una evaluación sistemática que permita conocer las mejores prácticas y detectar los posibles riesgos.
Entre las necesidades más relevantes destacan la formación de los profesores sobre cómo mejorar la convivencia, equipos de mediación y resolución de conflictos en múltiples niveles y creación en los centros de equipos de alumnos para mejorar la convivencia, entre otros.
El comunicado señala que los participantes en el estudio valoran la convivencia escolar, de forma mayoritaria, como buena o muy buena en casi todas las cuestiones planteadas.