Los ciudadanos de Balears son cada vez menos católicos y van menos a misa. Lo que es una simple percepción de calle tiene su constatación numérica en las encuestas que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha hecho en las Islas. El último estudio exhaustivo, hecho en 2011, evidencia el paulatino retroceso de la fe católica en Balears si se compara con el anterior, realizado hace cuatro años. En una legislatura hemos cambiado tanto que el número de ateos o no creyentes suma el 23,6 por ciento de la población, es decir, casi uno de cada cuatro ciudadanos. Hace cuatro años, la cifra era del 17,9 por ciento, lo que implica un crecimiento del 31 por ciento.
No es la única cifra que demuestra la progresiva pérdida de convicciones religiosas. Pese a que el 72 por ciento de los ciudadanos de las Islas se define como católico (hace cuatro años el porcentaje llegaba al 77,4 por ciento), de ellos dos de cada tres, el 64,3 por ciento afirma que casi nunca va a misa. Hace cuatro años, los ciudadanos que casi nunca iban a misa representaban el 53,3 por ciento.
Misa los domingos
Lo que se ha mantenido prácticamente invariable en estos cuatro años es el número de católicos que acude a misa todos los domingos e incluso varias veces por semana. En 2007, eran el 12,9 por ciento de la población; cuatro años después, representan el 12,7 por ciento de quienes se declaran católicos. Traducido en cifras de población, en las Islas hay 801.442 personas que se declaran católicas, pero sólo 101.783 van a misa los domingos o más de una vez por semana, lo que es tanto como decir que más de 700.000 ciudadanos de Balears que se declaran católicos no van a misa casi nunca.
Comparados estos datos con la media española se aprecia que los ciudadanos de las Islas practican menos su religión. El 58,2 por ciento de los españoles no va casi nunca a misa (en Balears es el 64,3) y un 15,7 por ciento va todos los domingos o más de un día por semana, cuando en Balears es el 12,7 por ciento.