Maria Umbert y Dulce Linares, exjefas de gabinete del expresidente Jaume Matas, le han atribuido la idea de poner en marcha un supuesto concurso «pantalla» que sirvió en realidad para pagar al periodista que le escribía algunos discursos, y han afirmado que esta contratación se hizo a sus espaldas.
Así lo han dicho durante su interrogatorio como acusadas en el juicio del caso Palma Arena que comenzó hoy, en el que Matas y otras cinco personas se enfrentan a penas carcelarias por el pago supuestamente fraudulento al periodista Antonio Alemany (también acusado) de 483.186 euros de dinero público mediante diferentes contratos y subvenciones.
La Fiscalía sospecha que Matas ideó un concurso público «pantalla» con la agencia de comunicación Nimbus para ocultar la contratación de Alemany como autor de sus discursos más importantes, de manera que el periodista no tuviera que ser contratado en plantilla del Govern en calidad de asesor, lo que le habría impedido recibir subvenciones públicas.
«Quién podía tener interés en un sistema (de contratación) tan alambicado?», le ha preguntado el fiscal Juan Carrau a Linares durante la vista, a lo que la exjefa de gabinete ha respondido: «A quien se presta el servicio (Matas) y quien lo cobra (Alemany)».
Tanto Linares como Umbert han coincidido en que la contratación de Alemany fue «ordenada» por Matas y también han afirmado que sospechan que el concurso ficticio lo puso en marcha el expresidente.
A preguntas del fiscal de si algún subordinado de Matas se habría «atrevido» a «toda esta contratación pantalla» por la cual Alemany recibía unos 4.500 euros al mes, Linares ha respondido tajantemente que no.
Ambas acusadas también han dicho desconocer totalmente que el concurso ocultaba la contratación de Alemany. «Si lo hubiera sabido lo hubiera parado; soy funcionaria y no me voy a jugar la carrera en esto», ha asegurado Linares, quien ha admitido sentirse engañada.
A juicio de Dulce Linares, que también fue secretaria general técnica del Govern balear, Matas conocía las normas básicas de contratación y por tanto sabía que esta manera de actuar era ilegal, cuando lo correcto habría sido contratar al periodista de forma «eventual».
El concurso que supuestamente encubrió la contratación de Alemany versaba sobre la imagen pública del Govern y recogía la elaboración de varios estudios sobre el impacto de sus campañas y políticas, unos informes que Linares ha reconocido que nunca vio.
Su antecesora en el cargo, Maria Umbert -jefa de gabinete en 2003-, ha avalado por su parte la «calidad literaria» y el «calado político» de los discursos que escribía Alemany, unos textos que se ha confesado incapaz de hacer y que, según ha dicho, encargó personalmente Matas.
Umbert, que luego pasó a ser directora de la radiotelevisión autonómica IB3, ha indicado que ella hacía los discursos para actos «cotidianos» y de menos relevancia.
El juicio por esta pieza del caso Palma Arena se ha retomado a las 16.30 horas con la declaración del exdirector de Comunicación del Govern Juan Martorell. Posteriormente están previstas la comparecencia del dueño de la agencia Nimbus, Miguel Romero, y del periodista Antonio Alemany.
Por último lo hará, previsiblemente mañana, el expresidente balear, que se enfrenta a una petición fiscal de 8 años y medio por malversación, fraude, tráfico de influencias, falsedad y prevaricación.