El sindicato Satse denunció ayer que el hospital Can Misses volvió a quedarse sin camas al mediodía y con, al menos, una decena de pacientes esperando en los pasillos del servicio de Urgencias pendientes de una cama disponible en planta. Aunque a media mañana había diez camas libres en el hospital, la situación, según el sindicato, dio un giro a partir de la una de la tarde cuando se encontraban al menos once pacientes pacientes pendientes de camas. En cambio, un portavoz del Área del Salut negó ayer por la tarde estos datos, y señaló que a las tres de la tarde había siete camas libres, datos que no concuerdan con los recopilados por Carmen Ortiz, del Satse, «después de hablar con médicos y enfermeras», quien se preguntó «cómo habían conseguido tener camas libres por la tarde, si a esas horas no se dan altas en el hospital?». El Área del Salut restó importancia a esta queja, e insistió en que los números de ayer «forman parte de la rutina diaria de un hospital», y aunque reconoció que estos días «la presión es alta», recordó que «es algo normal en estas fechas».
El sindicato de Enfermería lamentó ayer esta situación ya que «no se ha puesto un refuerzo de enfermería en los boxes nuevos» y seguía sin abrirse las catorce camas de la tercera planta. «Se ahorran el dinero a costa de bajar la calidad asistencial, hay pacientes sin enfermera y las listas de espera están disparadas», lamentó ayer Carmen Ortiz, del Satse, que pide la reapertura de las camas.
Ralentizadas las obras del nuevo hospital
Las obras del hospital se han ralentizado, según confirmó ayer la Gerencia del Area de Salud. El motivo de esta ralentización es porque hay que incluir las modificaciones propuestas por los profesionales del hospital en un documento. Las modificaciones son sobre todo para adaptar el proyecto original a la organización de trabajo que se tiene en el hospital. Pese a esta bajada del ritmo, hay unas 53 personas trabajando en las obras. Un portavoz de la Gerencia explicó que el número de trabajadores fluctúa.