Carmen Ortiz es delegada del Sindicato de Enfermería Satse en Eivissa y Formentera, que cuenta con unas 250 afiliadas de unas 340 profesionales existentes en las Islas. Ortiz reivindica refuerzos de enfermería en el servicio de Urgencias de Can Misses, en boxes y en los pasillos, y en la tercera planta.
-Es portavoz de un sindicato muy reivindicativo para pedir recursos en Can Misses.
-Las enfermeras lo están pasando muy mal porque ven que los pacientes no están siendo atendidos como se debería. Las enfermeras se pusieron en contacto conmigo y me dijeron «yo no puedo, aquí va a pasar algo en Urgencias, no estoy con los pacientes». Los pacientes de Urgencias no tienen los cuidados de enfermería que se merecen en observación.
-¿No hay enfermeras en el turno de noche en Urgencias?
-En los boxes nuevos, las salas con seis camas para pacientes en observación, hay una auxiliar y una enfermera durante el día pero por la noche sólo hay una auxiliar. Hay una enfermera que hace el triage, que examina a los pacientes, y determina el índice de prioridad. A la enfermera de triage si pasa algo en la sala de boxes la llaman, pero allí tiene que estar de manera permanente para estos pacientes que han de estar en constante observación. La auxiliar no es la persona capacitada para observar a los pacientes.
-¿Es tan grave la situación para ir al juzgado de guardia?
-Lo que pretendemos es que si pasa algo a la enfermera de triage que está tan agobiada se le cargue a ella la responsabilidad, sino que sea del que no ha puesto una enfermera. No queremos que ningún paciente acuse de negligencia a una enfermera a la que le han dicho que tiene que atender a esos pacientes pero físicamente no se puede dividir.
-¿Han pedido a la Gerencia una enfermera?
-Sí y ha dicho que no, que hay crisis y no hay dinero.
-¿Entiende las razones de la Gerencia para negarse?
-No, bajo ninguna circunstancia. Se puede recortar de varios sitios. Yo hago economía doméstica y recorto de lo prescindible. La sanidad no se toca. No se puede permitir que haya pacientes en boxes sin ser observados. Pueden recortar de otras, si el Palacio de Marivent lo tienen que cerrar por los dos millones que pagamos los ciudadanos de Balears por mantenerlo me parece estupendo. No puedo permitir que falte una enfermera y que los pacientes que tienen que estar en los pasillos, que se prevé que sean muchos días, no tengan un refuerzo de enfermería. Ha de estar una enfermera que lo supervise si todo está correcto.
-¿Qué dicen las enfermeras de Urgencias?
-Están muy agobiadas porque es una profesión muy dura. Convives constantemente con la muerte, trabajas a turnos, se alteran los ritmos circadianos y eso produce mucho estrés, si lo pones en una balanza y lo contrarrestas con la satisfacción del trabajo bien hecho estamos en equilibrio pero cuando te vas a tu casa con la sensación de un trabajo mal hecho, en un tema como la salud, eso es demoledor para la enfermera.
-¿Cómo es hoy (ayer) la situación?
-A las diez de la mañana había quince pacientes esperando una cama.
-Pero ya se ha abierto la Unidad Asistencial de Hospitalización.
-Hay doce camas habilitadas de las 14 que disponen. Hay camas que no se están usando.
-¿No cree qué puede alarmar a la población denunciar la saturación del hospital?
-Esta situación lleva mucho tiempo y he guardado la máxima discreción pero no me han hecho caso, no hay otra opción. Veo como ningunean a la enfermería y a los pacientes. Detesto llegar a esta situación.
-Pero otros años en estas fechas es normal esta situación.
-Es normal y para eso están nuestros gestores para prever esta situación. El año pasado la situación no fue tan dramática porque teníamos los recursos pero el problema es que ahora no los tenemos. Si han de estar en los pasillos de Urgencias porque no hay otra opción, al menos que estén atendidos por una enfermera.
«Jamás había visto esto en Can Misses: había 9 pacientes esperando en la sala de los familiares»
María Sánchez, madre de una mujer que ayer tuvo que acudir a Urgencias de Can Misses por un problema de corazón, denunció por la tarde la situación de «saturación» que soportaron pacientes y profesionales.
«Jamás había visto esto en Can Misses: había nueve pacientes esperando para ser atendidos en la sala donde se sientan los familiares», denunció la mujer. «Los pasillos estaban saturados de camillas, las enfermeras y los médicos no daban abasto, era un verdadero caos», explicó.
Sánchez llegó a Urgencias de Can Misses con su madre sobre las once de la mañana y fue atendida unas tres horas después, según su relato.
«Ahora [las siete y media de la tarde] la van a subir a la UCI», señaló la mujer. «A mi madre se le ha roto una vena del corazón y tiene un derrame», explicó Sánchez. «Comenzaban a atender a mi madre y tenían que soltarla porque venía otro paciente», detalló.
En cuanto a la actitud de los profesionales, Sánchez señaló que la atendieron «estupendamente». «Han sido superprofesionales, son gente estupenda que, a pesar de como estaban, han sabido atendernos, y muy bien, sin perder la forma, porque ha sido un caos», insistió.
«Salir a la calle»
«El pueblo tendría que salir a la calle, porque no hay derecho», dijo María Sánchez, muy indignada por la situación del servicio de Urgencias.