El expresidente balear Jaume Matas dijo ayer que le interesaba «colaborar» con Iñaki Urdangarín porque «era el duque de Palma» y subrayó que la «colaboración» se hizo porque pensó que era «beneficiosa» para Baleares pero, además, «valía la pena, costase lo que costase».
En una entrevista en el programa «El follonero» de La Sexta y a la pregunta de si acaso no somos todos iguales, Matas aseguró que «todos no somos iguales» y a un señor anónimo, a quien puso a modo de ejemplo el nombre de Juan García, no lo hubiera recibido porque ni siquiera «hubiera tenido tiempo» mientras que al duque de Palma lo recibía «a la hora que quisiera y donde fuera».
Matas admitió que pudo haber dicho que no a los proyectos de Urdangarín pero el duque era un «aval de garantía», el proyecto provenía de una institución sin ánimo de lucro y el duque tenía a su favor que llevaba «el nombre de Palma por todo el mundo».
Por ello, el expresidente consideró que se sentía en deuda con la Casa Real, a quien agradecía lo mucho que habían hecho por las islas al tiempo que ha expresado su temor de que, a partir de ahora, «peligre» la presencia de la familia real en Palma.
Sobre los presuntos casos de corrupción en la Comunidad, Matas quiso dejar claro que en Baleares «no pasó nada que no pase en otra comunidad» y aseguró que el caso de Baleares «ni es especial, ni se puede identificar con el Partido Popular».
«Yo he cometido errores -admitió- pero ni soy un delincuente, ni he cometido delitos».
Matas también dijo que «jamás» volverá a la política y, además, «no quiere saber nada de la política».
Comentó que aunque no habla con el líder del PP, Mariano Rajoy, desde 2007, mantiene buenas relaciones con gente del partido aunque no ha querido decir nombres «para no perjudicarles».