Tras la ajustadísima y polémica victoria del crítico Pedro Campillo por un voto sobre Vicent Torres los renovadores/oficialistas tomaron ayer por la mañana cartas en el asunto e impugnaron el congreso porque consideran que la votación se llevó a cabo de forma «irregular».
El motivo del recurso, que fue presentado ante la Mesa del congreso, el PSIB y la dirección federal del PSOE, es que consideran que se cometió una equivocación al acreditar a una delegada cuando el plazo para hacerlo ya había finalizado hacía horas. El voto de esa delegada fue el que propició la victoria de Campillo.
Una vez presentada la impugnación, los delegados que apoyaban a Vicent Torres se marcharon porque consideraron que el congreso no era «válido» y que «en coherencia no tenía sentido continuar allí». De hecho, lo que pretendían con la impugnación era parar la celebración del congreso, algo que no aceptó la Mesa. Ahora habrá que ver qué resuelve Madrid, pero los renovadores creen que en caso de que se acepte que ha habido una irregularidad se podría volver a convocar otro congreso.
Una vez se marcharon los renovadores, los críticos siguieron en la sala y aprobaron con el 100% de respaldo (33 delegados de 67) la composición de la nueva ejecutiva, que tendrá como presidente a Vicent Tur, como vicesecretaria a Dessiré Ruiz y como secretario de Organización a Antonio Roldán.
«Respetar la Mesa»
Campillo defendió que no ve «razones suficientes» para que la dirección federal imponga una gestora y se celebre un nuevo congreso porque cree que «hay que respetar» las decisiones que ha tomado la Mesa «con mejor o peor criterio».
Sobre la ausencia de los renovadores en la recta final del congreso, opinó que «cada uno es responsable de sus decisiones». «Nosotros siempre hemos aceptado las votaciones, aunque nos habrán gustado más a o menos; hay que ser tremendamente cuidadoso porque la imagen que proyectamos hacia afuera no es la más adecuada. Me preocupa especialmente, no por mí personalmente, pero sí por mi partido, que confundamos a la sociedad y que parezca que nunca nos pongamos de acuerdo porque no es verdad», indicó el nuevo secretario general, que cree que el debate de las ponencias «ha sido muy bueno». También consideró que ya se vio durante la elección de delegados que ellos habían sacado uno más y hubiera sido «una lástima que por cuestiones burocráticas» ese representante «no hubiera participado».
Campillo relató que llamó a Torres para ofrecerle un puesto en la ejecutiva, pero éste le contestó que le llamaría y todavía no lo ha hecho. Reconoce que le hubiera gustado que la dirección (que tiene un miembro más que la de Tarrés) fuera «más amplia e integradora», pero la ha compuesto pensando en afrontar la crisis. Asimismo, defendió que su resultado por un voto es válido, porque representa el 50,7%. «Zapatero ganó por 7 votos y mil delegados», rememoró.
La portavoz de los renovadores, Silvia Limones, indicó que no se integraron en la ejecutiva de Campillo por las «irregularidades» observadas. Respecto a la imagen de división ofrecida a la sociedad, Limones dijo que no quiere hablar «mal» de compañeros, pero remarcó que entre las dos candidaturas hay «muchas diferencias». Respetó el equipo formado por Campillo e indicó que cuando se resuelva su recurso seguirán trabajando para el partido. Respecto al hecho de que la mayoría de consellers y concejales sean oficialistas/renovadores y la dirección sea de los críticos matizó que «habrá que buscar canales de aproximación para trabajar con normalidad».
Francina Armengol excusa su presencia porque el congreso «no está cerrado»
La secretaria general del PSIB, Francina Armengol, decidió no participar en la clausura del congreso, en la que tenía que pronunciar un discurso, porque consideró que el congreso «no está cerrado». Así lo confirmó un portavoz del PSIB, que indicó que hay que ver cómo se resuelve el conflicto, ya que entienden que hay un «empate técnico» y que la secretaria general «no se puede posicionar».
El secretario general, Pedro Campillo, explicó que Armengol le había llamado excusándose y diciéndole que no asistiría. «Ella entiende que hay una situación de conflicto y le parecía más neutral no posicionarse, he entendido su razonamiento y como tal se lo respeto; ella me felicitó ayer y admitió los resultados», dijo Campillo. Armengol aseguró el sábado por la noche que trabajará junto a Campillo y que el hecho de que excluyera a los críticos de su ejecutiva no significa nada porque no la hizo «por cuotas».
Armengol cuenta en su ejecutiva con destacados oficialistas como por ejemplo Xico Tarrés, Pilar Costa, Lurdes Costa y Josep Marí Ribas, Agustinet.