Esto de la Federació Socialista d'Eivissa se asemeja más a un guión de telenovela venezolana de esas que enganchan a abuelas, madres e hijas que a un partido político, serio en teoría, que debe velar por el interés general y por hacer una oposición [ahora que lo han perdido todo] leal y fuerte. Una historia de esas en las que el amor entre Luis Alfredo y Cristal es absolutamente imposible porque ahí está María Fernanda aliada con Cheíto, que a la vez es el hijo secreto de no sé quién, que lo manda todo al garete. No seré yo quien ponga nombres socialistas a cada uno de estos personajes [allá cada cual con su imaginación] pero llega un momento que, a pesar de estar enganchado al hilo argumental, te pierdes y ya no sabes quién es del sector crítico y quién se hace llamar renovador, quien se ha ido al catre con Luis Alfredo y quien es la prima de Cristal. Y a todo esto, súmenle que los oficialistas también andan entre bambalinas haciendo ver que no saben cuál es su papel [aunque lo cierto es que son los únicos que tienen claro algo]. Eso sí, como en las telenovelas venezolanas ya sabes cuál es el final. En el caso del culebrón, Luis Alfredo y Cristal conseguirán amarse de por vida a pesar de Cheíto, María Fernanda y el resto de personajes. En el tema que nos atañe, la FSE, el ganador será quien más influencia tenga en Ferraz y en el PSIB y quien más hilos mueva.
El que tiene que estar estupefacto es el tal Prudencio Hortelano. Con todos mis respetos hacia este señor que no tengo el gusto de conocerle. Pero vaya, que el hombre no sabe la que ha montado con esto de trabajar los sábados y, ahora, diciendo que estuvo coaccionado por los críticos. Insisto que mi ignorancia sobre el señor Hortelano es absoluta, pero decir que si en la FSE hay un par más de afiliados, ya me veo al delegado ‘desertor' haciéndose unos platós con la mismísima Belén Esteban en el ‘Sálvame de luxe' o un ‘Enemigos Íntimos' con María Patiño y contando los entresijos de la cita congresual.
A todo esto, y como también pasa en las telenovelas venezolanas, aquí no hay ni sangre ni dimisiones. Solo un par de cuchilladas traperas, como las de María Fernanda y Cheíto, que desaparecen una vez que se distribuyan las sillas, los cargos y las nóminas. Eso sí, el próximo congreso de la formación resurgirá la misma historia [y a lo mejor con los mismos protagonistas]. Como las reposiciones que hacen en televisión, vaya. No creo que en la FSE ni unos sean tan malos ni otros sean tan buenos, como intentan hacer creer algunos. Lo que está claro es que Prudencio Hortelano ha sido, desde mi punto de vista, el gran triunfador. Sin él, este congreso no hubiese sido lo mismo y este artículo hablaría hoy, una vez más, de los recortes del Govern.
PD: Al que no le guste su partido que se ‘afilie' a la Iglesia que ofrecen trabajo fijo en una época complicada. Grande la campaña de publicidad.