Jaume Matas sigue siendo propietario del palacete de la calle Sant Felio, el local de la calle San Miguel y un inmueble de La Rambla, al forzar ayer la suspensión de la subasta solicitada por el Banco de Valencia y que se iba a celebrar en la sede judicial de sa Gerrería bajo la tutela del Juzgado de Primera Instancia 10 de Palma.
Matas y la entidad bancaria pactaron verbalmente la suspensión del remate después de que el expresidente desistiera de declararse insolvente y ofreciera garantías para satisfacer la deuda que arrastra después de haber constituido una fianza de 3 millones de euros para eludir la prisión en el ‘caso Palma Arena'.
El Banco de Valencia, representado por el abogado Eduardo Jones, dejó patente ayer que no se encontraba conforme con el contenido del escrito, pero que así y todo, interesaba la suspensión del remate. El banco espera cerrar en los próximos días el acuerdo definitivo con Matas para cobrar los 900.000 euros (400.000 según Matas) que le reclama en concepto de intereses por el préstamo que le concedió. Matas entrega a la Audiencia de Palma el palacete y el local de la calle San Miguel para obtener 500.000 euros, y con ese dinero, se levantarán las cargas que pesan y levantar la hipoteca que tiene con el banco.
Asimismo, el expresidente podría utilizar el piso de La Rambla para venderlo, obtener un dinero, o entregarlo en dación de pago al banco. Según Antonio Alberca, abogado de Matas, su cliente negociará con el banco para devolver los intereses del principal.