«Yo en un futuro me gustaría ser el presidente de sa Colla d'es Broll de Santa Eulària», asegura convencido Daniel Roig, mientras su compañero, Aitor Cuenca, es algo más modesto y explica que a él le bastaría con «ser un buen conservador y recuperador de las tradiciones ibicencas».
Llevan paso de conseguirlo puesto que estos estudiantes del Instituto Xarc de Santa Eulària dieron ayer tres conferencias a sus compañeros de centro sobre los instrumentos tradicionales.
Además, la iniciativa, que está enmarcada dentro de la primera edición de la Setmana de la Terra que organiza el instituto, fue todo un éxito, ya que, además de enseñar a sus compañeros ses castanyoles, el tambor, la flaüta o el espasí, también consiguieron que muchos de los presentes, incluyendo algún profesor, se animara con algunos pasos del ball pagès.
De sus abuelos
«Nuestra intención es que todo el mundo sepa lo bien que nos lo pasamos cuando estamos en la colla, que conozca la Eivissa de nuestros abuelos y que la gente sea consciente de que nuestra Isla no solo es fiesta y discotecas», asegura Aitor, que con tan sólo un año en la colla se atreve ya con la flaüta y el tambor. Mientras, su compañero, Daniel, tiene más experiencia, puesto que él entró hace siete años tras ser convencido por una amiga de su prima que vino a comer a casa.
Durante todo este tiempo, Daniel ha podido viajar por distintos lugares de España y de Europa representando a sa Colla d'es Broll de Santa Eulària, como Valencia, Mallorca o Portugal, donde asegura que, además de recordar las sardinas que comió, actuar ante tanto público le marcó para toda su vida y fue la experiencia más maravillosa que ha vivido nunca.
Así no es extraño que estos dos estudiantes aseguren que están muy contentos de pertenecer a sa Colla d'es Broll de Santa Eulària, donde les tratan «como si todos fuéramos de una familia adoptándonos desde el primer momento y enseñándonos a querer y respetar las tradiciones de Eivissa».
Por eso, Aitor y Daniel, también quisieron dedicar su conferencia de ayer en el instituto Xarc de Santa Eulària a su colla, porque, según sus palabras, «se lo debemos todo y gracias a ellos disfrutamos al cien por cien de lo que hacemos».