La manifestación contra los recortes en educación y en sanidad congregó ayer a alrededor de 250 personas, que se dieron cita en Vara de Rey para secundar la protesta convocada por los sindicatos CCOO, UGT y STE-I.
La escasa convocatoria provocó que los líderes sindicales decidieran a último momento reducir el recorrido para suprimir buena parte del trazado tradicional, eliminando el paso por las avenidas Isidoro Macabich y avenida de España. Así, la manifestación salió desde s'Alamera por la avenida de Santa Eulària, pasó por Bartolomé Roselló, deteniéndose unos instantes para silbar y gritar frente a la sede del Partido Popular, y giró por Ignasi Wallis para concluir en el Parque Reina Sofía. Veinte minutos de recorrido que concluyeron con la lectura del manifiesto, desde el cual, los sindicatos criticaron que los recortes «están superando los límites de lo asumible y no mejorarán lo situación económica», a la vez que «representarán un retroceso de más de 30 años en la calidad de los servicios tan esenciales como la educación y la sanidad». «No podemos ser cómplices silenciosos del mayor retroceso de derechos de nuestra historia», rezaba el escrito.
La manifestación contó con la participación de representantes de los partidos de izquierda que se repartieron por grupos entre los asistentes a la protesta, escenificando la división que hay entre ellos. Así, por ejemplo, socialistas del sector oficial como Pilar Costa, Sofía Hernanz y Josep Marí Ribas Agustinet marchaban juntos y alejados del grupo de los críticos, entre los que se contaban Pedro Campillo, Toni Roldán y Javier Pina. Por otro lado se dejaron ver Joan Rubio (EU) y Albert Prats, ambos integrantes de ExC; y más allá a Maurici Cuesta, de ENE. Entre otros, también asisteron la diputada Esperança Marí y Bernat Joan.
Los líderes sindicales de CCOO, Felipe Zarco, y de UGT, Diego Ruiz, lamentaron la baja participación. «Las medidas del Gobierno son lo suficientemente dolorosas como para que en esta manifestación hubiera una participación más grande», se quejó Ruiz, que criticó que «la crisis se carga sobre las espaldas de los desprotegidos mientras que por otra parte se hacen amnistías fiscales para todos aquellos que han estado defraudando a la Hacienda pública, que están robando a los ciudadanos y que son en parte responsables de la situación que tiene ahora mismo la administración pública». «Con los recortes que estamos sufriendo la gente ya se tendría que haber dado cuenta», agregó, por su parte, Zarco.
Al final del acto, el secretario general de UGT emplazó a los asistentes a la manifestación de mañana para «conmemorar, porque no hay nada que festejar, el día del trabajo».