Francisco Xicu Ribas tiene diecisiete años y acaba de regresar de Madrid con un importante logro bajo el brazo. Este joven músico ibicenco, que alterna la enseñanza secundaria en el Instituto Santa Maria de Vila con sus clases de piano en el Conservatori Professional de Música i Dansa d'Eivissa, ha conseguido situarse entre los seis finalistas de la categoría juvenil (de 14 a 18 años) del prestigioso Concurso de Piano Infanta Cristina, celebrado entre los pasados días 22 y 27 de mayo en la capital de España. Como finalista, Ribas ha obtenido la beca AIE (Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes de España) para asistir al V Encuentro AIE-Loewe-Hazen para Jóvenes Pianistas en la Residencia de Estudiantes (con la colaboración de la Fundación Scherzo). El fin de este Encuentro es acercar a los participantes a posibles nuevas experiencias, compartir y plantear alternativas musicales, profesionales y personales, junto a sus padres y profesores, durante dos fines de semana en octubre de 2012 y marzo de 2013.
Tras actuar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Ribas se muestra relajado al relatar su experiencia, que comenzó el día que, animado por su profesora en el Consevatori Nèlida Boned, se inscribió en el concurso. «A este certamen te apuntas o no, pero nadie se apunta para hacer el ridículo, porque el nivel es muy alto. Estuve hace unos años, en la categoría infantil y no pasé la primera ronda. Normalmente son los profesores del conservatorio los que dicen si estás capacitado o no», explica, no sin reconocer también que no las tenía todas consigo: «Tenía dudas porque los que van son muy buenos y la primera ronda la pasan muy pocos». Este año, de 27 participantes en su categoría lo consiguieron solo seis.
En la primera ronda de interpretaciones, Ribas se enfrentó a la Suite francesa nº 5 de Bach y Allegro de Concierto de Granados. En la segunda, el jurado evaluó el Opus 14, de Bartók y la Balada nº1 de Chopin. De entre las cuatro, el pianista ibicenco asegura sentirse más cómodo con Bach («lleva mucho trabajo, pero me siento seguro al tocarlo»), aunque la pieza de Chopin es la que más le gusta de la selección («aunque es más difícil, con pasajes que cuestan un poco»). Por lo que respecta a la composición de Bartók, Ribas asume que es la que menos le gusta de las cuatro («me gusta, pero no tanto»), mientras cuenta que es «más contemporánea, con una armonía que no es tan habitual».
En un ámbito más general, su lista de compositores favoritos está encabezada por Bach, Mozart, Liszt y Debussy, pero también muestra su aprecio por el jazz y por Thelonius Monk, un pianista al que ha descubierto hace poco tiempo.
De los dos ganadores del Concurso Infanta Cristina (Rosalía Gómez Lasheras, primer premio, y Leonel Morales Herrero, segundo), Ribas reconoce que su nivel estaba por encima de los otros cuatro finalistas. «Rosalía estudia en Utrecht con Alan Weiss, un pianista muy reconocido, y Morales tocaba con una soltura muy profesional», rememora desde Eivissa.