El líder del sector crítico socialista, Pedro Campillo, compareció ayer en rueda de prensa por primera vez desde la anulación del congreso y defendió que no han cometido ninguna irregularidad que les haga merecedores de la apertura de expedientes y suspensiones de militancia por parte de la gestora de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE). El crítico considera que lo único que mueve a la gestora es «descabezar» a los líderes de su sector para «recuperar el poder del partido». «Nos van a ir quitando de enmedio uno a uno y cuando crean que tienen mayoría suficiente convocarán el congreso y lo ganarán, pero nos parece poco democrático y por eso lo denunciamos», dijo Campillo, que aseguró que «no dejarán pasar esta injusticia» y emprenderán acciones judiciales para restituir el honor de los expedientados a los que se les ha «vulnerado reiteradamente los derechos y garantías». «Si los socialistas no protestamos por las injusticias en casa, ¿cómo vamos a hacerlo fuera?», se preguntó.
Pide perdón
Campillo pidió perdón a los ciudadanos por «el lamentable espectáculo» que se está dando con estas disputas internas. «Parece que lo único que nos preocupa son los problemas del partido y no es verdad, nos preocupa la crisis y los recortes en sanidad y educación», dijo el líder crítico, que tuvo que comparecer en plena calle porque desde la gestora de la FSE no se les permitió usar la sede. «El motivo oficial que nos han dado es que no está suficientemente justificada la ocupación de la sede, aunque está reflejado en los estatutos», añadió Campillo, que indicó que en su sector hay parte de «rabia e indignación» porque son personas «disciplinadas», algunas de los cuales llevan casi 30 años afiliadas. «Nos hemos dejado mucho trabajo, muchas horas y mucho tiempo en hacer grande este partido cuando en esta Isla era difícil ser de izquierdas», indicó el líder crítico, que exigió que se celebre de forma «inmediata» un nuevo congreso y se les permita poder participar en él y en las asambleas «en igualdad de condiciones». Campillo está seguro que de la rueda de prensa se derivarán nuevos expedientes porque ya se ha hecho con Antonio Roldán y Dessiré Ruiz, a los que les abrió un proceso «de forma arbitraria» por hablar con la prensa. «Nosotros no criticamos al PSOE, que es nuestro partido, simplemente queremos que se cumplan las reglas», añadió el líder crítico, que defendió que ganaron el congreso «legítimamente» y no piensan irse porque el partido es «su casa». «Seguramente me expedientarán y me echarán, pero no dejaré de ser socialista», añadió Campillo.
El líder crítico tampoco entiende por qué se ha expedientado a Roldán por un intento de afiliación de los oficialistas de fieles de la iglesia evangelista. «¿No será más importante el hecho que quién lo denuncia? Además, Toni no ha hecho declaraciones en ningún sitio», dijo Campillo, que ve una diferente vara de medir a la hora de abrir expedientes. Por ejemplo, se ha expedientado a Ruiz por presentar una carta ante la Mesa del Congreso que cambió su rumbo y «no se ha abierto a la Mesa», algo «incongruente». Por eso consideró que esta situación esto debería tener una salida por la vía del diálogo porque «los autoritarismos nunca han resuelto nada».
También destaca que han ganado todas las votaciones en los últimos meses y acusó al exsecretario de Organización, Julián Aguilar, de cometer un «error» al no aportar las listas de delegados en el congreso, lo que no permitió acreditar desde el principio a la delegada que decantó la votación a favor de los críticos.