Un mar de posibilidades es una iniciativa que ofrece actividades deportivas y lúdicas, entre otras, a colectivos de personas con necesidades especiales. El proyecto surgió en 2004 de la mano de la asociación Adas y actualmente lo desarrolla el Club Náutico de Eivissa, con el apoyo de Ferrovial Agroman, la Fundación Adecco y el Ayuntamiento y el Consell de Eivissa.
Durante el verano, Un mar de posibilidades se situan en la playa de Talamanca, por donde cada día pasan grupos de niños, jóvenes y personas mayores procedentes de asociaciones, talleres ocupacionales, hospitales o residencias.
El coordinador del proyecto, Pedro Cárceles, asegura que para su trabajo utilizan las «herramientas que proporciona la playa», que permiten descubrir el mar como un medio terapéutico y unirlo con el deporte para fomentar la salud y el ejercicio.
De todas las edades
A primera hora llegan grupos de personas mayores y se preparan para empezar sus actividades. Todos, como Josefa Cardona, están encantados: «Me gusta mucho la playa y estoy encantada. El año pasado vine y me lo pasé tan bien que he vuelto este verano y ya es el tercer día que vengo», asegura la entusiasmada participante.
Miguel, uno de los monitores, explica que lo primero que hacen «son unos estiramientos acompañados de relajación, siguiendo la técnica del watsu-shiatsu, que consiste en ejercicios muy suaves». Los más mayores estimulan su circulación y movilidad haciéndo ejercicios de manos y pies, además de masajearse con pelotas pequeñas. «Así nos damos cuenta de que nosotros mismos nos podemos ayudar», les comenta una monitora, recordándoles la importancia de este tipo de actividades.
A su vez, los técnicos les relajan buscando distintos puntos de reflexología por todo el cuerpo y proporcionándoles masajes de arena y algas. Pedro Cárceles asegura que «al poner en contacto la piel con la arena y otras texturas se transmite la información hasta el cerebro, algo muy importante para personas con afecciones de las transmisiones neurológicas». Los estiramientos se realizan en primera línea de mar, pues, según asegura el coordinador, «la arena de esta zona tiene propiedades exfoliantes muy significativas».
Después, los grupos que tengan ganas practican un poco de flotación, navegación a vela o kayak.