Quizás sea la suerte del novato o más bien que la variedad cor de bou de esta hortaliza se caracterizapor ser más grande que las habituales que vemos en los supermercados, pero lo cierto es que Francisco Bonilla y Nieves de la Concepción Marí, dos aficionados agricultores, recogieron anteayer un hermoso tomate que pesó en la báscula 1.231 gramos. Estos dos agricultores han puesto en marcha recientemente un pequeño huerto familiar en unos pocos metros cuadrados, «del que obtener productos que se diferencien en calidad y sabor de los que se pueden adquirir en una gran superficie; por ello, hemos realizado una agricultura lo más ecológica posible».
Nieves cuenta que la planta de la que ha salido este ejemplar era menos productiva que las demás. «En su desarrollo, ya destacaba por su robustez en comparación con el resto pero era menos productiva, y tenía reservada una sorpresa de peso», asegura esta «inexperta hortelana», como ella misma se define, pero experta en «dedicación e ilusión».