PSOE-Pacte presentará una moción en todos los ayuntamientos de Eivissa y en el Consell para que los consellers y concejales del PP puedan votar a favor de que se recupere el requisito del conocimiento de catalán para poder trabajar en la Administración, una exigencia que fue eliminada el martes en el Parlament con la aprobación de la ley de la función pública.
La diputada Pilar Costa criticó que esta reforma se ha hecho «sin diálogo ni consenso» cuando se convivía pacíficamente desde el 86 con una norma que hizo el mismo PP. «A pesar de que algunos intentan hacer ver que son más sensibles y por detrás critican la medida, todos los diputados votaron a favor de esta reforma», criticó Costa.
Falsos progresistas
En el mismo sentido se pronunció la portavoz de PSOE-Pacte en el Ayuntamiento de Vila, Lurdes Costa, que indicó que les darán la «oportunidad» a regidores y consellers de pronunciarse. «En los bares se quieren hacer pasar por falsos progresistas que no están de acuerdo con esta normativa y les damos la oportunidad de que se pronuncien inequívocamente en los plenos sobre si están a favor o no de esta medida», añadió.
En la propuesta de acuerdo se propone que todos los puestos de trabajo del Consell y de ayuntamientos sean considerados como de atención al público, con la consecuente exigencia de la lengua catalana como requisito. Los progresistas piensan que la mayoría de los puestos podrían considerarse en algún momento de «contacto entre el trabajador público y la ciudadanía» y quieren que se cumpla con la cooficialidad de las dos lenguas que establece la ley, para que cualquiera se pueda dirigir a la Administración en catalán y castellano sin problemas. De hecho, creen que la norma «atenta contra el Estatut».
«Durante años no ha habido conflictos y si esto se hace el castellano será preferente», añadió Pilar Costa.
Tarrés: «No pueden cambiar la historia»
Xico Tarrés recordó que en Eivissa se habla catalán por la conquista catalana de 1235. «Por muchos votos que tenga el PP no podrán cambiar la historia», señaló Tarrés, que considera «muy triste» que aún se quiera decir que el ibicenco no es catalán y que los populares digan que defenderán las variedades dialectales. «Solo faltaría que nos hicieran hablar en mallorquín», dijo el progresista, que criticó que el PP desoiga incluso informes de la UIB. Asimismo, lamentó que se esté llamando a los padres para presionarles para que escojan el castellano como lengua en los colegios.