La nueva ley turística, aprobada el martes por el Parlament y cuyo texto definitivo se hizo público ayer en el último boletín de esta institución, no responsabiliza a los turistas que opten por alojarse en establecimientos sin licencia. Esta fue una de las peticiones que Consell, patronales y ayuntamientos remitieron al Govern con la intención de que se tuvieran en cuenta en el texto definitivo.
La propuesta ibicenca pedía que se concretara el artículo 28 referente a la actividad clandestina y la oferta ilegal. Además pedían que se incluyera como «responsables solidiarios» al titular de la vivienda o apartamento, a quien la publicite y el medio en le que se haga así como al cliente que opte por alojarse en un establecimiento sin licencia turística. Finalmente, el artículo 28 del texto definitivo de esta ley recoge que la publicidad por cualquier medio sin haber presentado la declaración responsable de inicio de actividad será considerada como oferta ilegal, aunque no hace mención a la responsabilidad de los clientes.
Turismo rural
Otro de los puntos más espinosos se encuentra en los agroturismos. Las propuestas ibicencas pedían que se mantuvieran las superficies mínimas de 25.000 metros cuadrados para la construcción de agroturismos. Finalmente, la cifra se rebaja a 21.000 metros cuadrados para los agroturismos y se queda en 49.000 metros cuadrados para los hoteles rurales. Asimismo se especifica que los consells de cada isla podrán establecer mediante reglamentos «otros parámetros de antigüedad o de superficie para los hoteles rurales y los agroturismos».
En el texto destaca, además, una de las disposiciones en las que se dice que se permitirá en suelo rústico actividades como el golf «que claramente contribuya a la desestacionalización» y que estarán sometidas al PTI. En el caso de Eivissa se especifica que las actividades y usos previstos para desestacionalizar se limitará a campos de golf (la norma contempla la creación en suelo rústico de grandes equipamientos deportivos, recreativos o culturales) en los que, además, se permitirá la construcción de un hotel de 5 estrellas de un máximo de 450 plazas para Mallorca y 200 para Eivissa y Menorca o bien un establecimiento de alojamiento rural.
Tras la aprobación definitiva del texto, Consell, patronales y ayuntamientos estudian en profundidad la nueva ley.