La Federación de Hostelería del sindicato UGT mostró ayer su «satisfacción» por haber alcanzado un acuerdo en la negociación del convenio de hostelería, aunque recalcaron que se trata de un convenio «de transición» que tendrá una duración de dos años, periodo en el que la patronal «tendrá guardada en el cajón» parte de sus peticiones, como la jornada irregular o bien que no se cobrara el cien por cien a partir del primer día de una baja. «Dentro de dos años esta amenaza saldrá del cajón porque el objetivo que tienen es dejar sin derechos a los trabajadores de hostelería y a la población en general», explicó José García, secretario de Acción Sindical de UGT en Balears, que compareció junto con Antonio Copete, secretario general de este sindicato en las Islas, y Fernando Fernández, secretario general de UGT en las Pitiüses.
Si bien se mostraron satisfechos porque se trata de un «buen convenio» afirmaron que en la negociación tuvieron que aceptar la moderación salarial con la intención de «mantener el cuerpo normativo del convenio de hostelería», expresó Copete, quien aseguró que la principal pretensión de los empresarios durante la negociación era «acabar con el convenio y esta idea la seguirán teniendo en mente dentro de dos años».
Con el convenio ya firmado, Copete explicó que está en manos de los empresarios «crear puestos de trabajo». «Los empresarios ahora tienen las herramientas para crear empleo, pero ya os aviso que no lo harán porque las plantillas ahora están bajo mínimos; están reventando a los trabajadores con unas cargas de trabajo impresionantes», puntualizó.
En este sentido, Fernández precisó que la contratación en las Pitiüses no se ha incrementado e incluso se ha reducido la contratación de eventuales: «Además de que se haya reducido seguramente también tendrán menor duración porque se han incorporado más tarde a la temporada. Posiblemente sean contratos de tres meses». En este sentido, Fernández hizo un llamamiento a los trabajadores de hostelería para que dejen de hacer horas extras: «Porque hay una bolsa de compañeros que no encuentran trabajo y algunos de ellos se quedarán este invierno sin prestación».
A esta sugerencia se sumó la que formuló García, quien pidió a los trabajadores de hostelería que «salgan a la calle a reivindicar sus derechos» cuando se convoquen movilizaciones.