No será fácil salir de la crisis y no se saldrá de un día para otro, y así se lo dijo el Rey a las autoridades de las Islas, según contó el president del Parlament, Pere Rotger. Un día después de su llegada a Mallorca, don Juan Carlos recibió ayer en el Palau de l'Almudaina al president del Govern, José Ramón Bauzá; al president del Parlament, Pere Rotger, y al alcalde de Palma, Mateo Isern.
En todas las audiencias, el tema central de la conversación fue la delicada situación económica. José Ramón Bauzá aseguró que el Rey, «como el primero de los españoles», también está preocupado por la crisis. A su salida de la recepción, Bauzá aseguró que Su Majestad se había interesado por la situación en la que se encuentran las Islas. El president contó que le había explicado todas las medidas adoptadas por el Ejecutivo a lo largo de este año, centradas en ajustar el gasto y dirigidas a favorecer la consolidación de proyectos en los que colaboren de manera conjunta la iniciativa pública y privada.
El president aseguró a los periodistas que había manifestado al Monarca su convencimiento de que estas medidas favorecerán que Balears sea una de las primeras comunidades en salir de la crisis, sin renunciar por ello a la solidaridad fiscal con otras comunidades autónomas.
Financiación
En relación con esta solidaridad, el president se refirió también a las previsiones de financiación para Balears que incluyen los Presupuestos Generales del Estado para 2013. Recalcó que se trata de previsiones y apuntó que las Islas lucharán para conseguir que lleguen más ingresos con este modelo. «Balears no tiene en estos momentos la financiación que se merece», afirmó contundente el president del Govern. Pese a ello, insistió en que desde el Ejecutivo balear se seguirá trabajando para que la situación mejore sin renunciar a la solidaridad con otras comunidades autónomas.
El president afirmó que Balears seguirá apostando además por la llegada de inversiones que mejoren la calidad del turismo en las Islas, con iniciativas en materia de turismo náutico, por ejemplo, con el objetivo de conseguir un turismo de gran calidad.
También la reunión del Rey con Pere Rotger estuvo centrada en materia económica. Rotger explicó que don Juan Carlos se había interesado por la situación del Parlament, pero precisó que no habían comentado la posibilidad de que se reduzca el número de diputados en la Cámara autonómica.
Ajustes
Rotger destacó el gran conocimiento que tiene el Rey de la realidad de las Islas. En materia económica, el president del Parlament admitió que las medidas de ajuste que han aprobado tanto el Gobierno de Mariano Rajoy como el de José Ramón Bauzá son difíciles y puede que haya personas que no las entiendan.
Opinó que la solución a esta complicada situación pasa por una flexibilización de la política que desarrollan el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. «Los ciudadanos están haciendo los deberes, pero estos organismos internacionales tienen que ayudar», opinó el president de la Cámara balear.
Rotger destacó por último el decisivo papel que jugará el turismo en la salida de la crisis, si bien consideró que este sector no será suficiente para absorber el alto nivel de paro que existe en las Islas.
Público y privado
También la audiencia del Rey con el alcalde de Palma, Mateo Isern, versó de manera sustancial sobre economía. El alcalde aseguró que había explicado a don Juan Carlos la puesta en marcha de la Fundación de Turismo, que busca la reactivación económica de la ciudad por medio de la colaboración de la empresa privada y las administraciones públicas. «La intención es salir cuanto antes de la crisis y poder empezar a crear empleo», dijo el alcalde de Palma.
A preguntas de los periodistas, los tres políticos de Balears coincidieron en destacar el buen estado físico en el que habían encontrado a Su Majestad, a pesar de los problemas de cadera que arrastra. El president del Parlament afirmó además que también lo había visto muy bien «anímicamente» y el president del Govern, José Ramón Bauzá, contestó que le había visto «extraordinariamente bi