El Govern de Balears se inclina por aplicar un modelo mixto de gestión público-privada en IB3 y así se lo transmitió ayer el conseller de Presidéncia, Antonio Gómez, a representantes del sector audiovisual de las Islas.
Gómez, en una reunión con la Mesa Audiovisual (y en la que también participó el director general del ente, José Manuel Ruiz, y el director de la Oficina de Control Presupuestario, Joaquin García) dejó claro al sector la apuesta del Ejecutivo por la continuidad de la televisión autonómica y su oposición al sistema de gestión indirecta, es decir entregar a un único operador la gestión del ente público. Jaime Rodríguez, de APAIB (una de las dos asociaciones de productoras) dejó clara su apuesta por mantener el modelo actual (gestión pública y contratos con las productoras) y reclamó que el presupuesto del ente reserve siempre una partida para producción propia.
El conseller explicó, en una posterior comparecencia ante los medios (en la que estuvo acompañado de Rodríguez, presidente de la APAIB y del secretario general del Sindicat de Periodistes de les Illes Balears, Antoni Gomila) que la Mesa Audiovisual se reuniría y propondría al Ejecutivo cuál es su modelo (es decir, la gestión directa) y que luego tomaría la decisión.
Recortes
Tanto en su comparecencia como en la reunión anterior señaló que para el Govern era «compatible» la gestión directa con el modelo de gestión público-privado, que pasaría por dejar que el socio externo tuviera participación en la dirección, según cuál fuera su aportación.
El sector no entendió muy bien ese modelo ni como era posible compatibilizarlo, ya que el conseller no lo aclaró. Sobre si habría nuevos recortes que afecten al personal, Gómez dijo que la voluntad del Govern era que no hubiera (el presupuesto es de 30 millones) pero dejó la decisión en manos de la Dirección General.
Y en esta gestión mixta, ¿qué pasaría? ¿los beneficios para la privada y las perdidas y gastos los cubrimos entre todos?. Lo digo porque es la práctica habitual. Por mi, TODAS las televisiones llamadas públicas (que todos sabemos que suelen ser un sitio donde los políticos colocan a amigos y demás), se deberían privatizar, serían una carga menos para el contribuyente. Y con lo que quede, que sería mucho, no se tendría que recortar en sanidad y educación, que eso si que es esencial.