Los proyectos de carreteras que impulsa el Consell se encuentran paralizados desde hace meses por trámites burocráticos. Uno de los ejemplos más flagrantes es la reforma del primer cinturón, cuyo proyecto ya hace tiempo que está listo, pero que tiene problemas porque la dirección general de Recursos Hídrics del Govern balear puso objeciones a la evacuación del agua de lluvia que se había previsto.
En marzo el Consell ya cambió el proyecto para desviar el agua hacia el torrente des Capità y desde entonces aún está pendiente de un informe del Govern, que todavía no se ha pronunciado al respecto.
Las obras de conversión del primer cinturón de ronda en vía urbana son urgentes desde hace años debido a la gran peligrosidad que representa cruzar por alguno de sus tramos.
Sant Joan
Otras carreteras no corren mejor suerte. El proyecto de ampliación y mejora de la vía de Sant Joan hace meses que se está modificando, ya que cuando llegó el PP al poder decidió suprimir el carril bici adjunto a la carretera que habían diseñado los progresistas y que estaba listo para sacar a concurso. Un año después todavía no ha salido a la luz el proyecto. Según explican desde el Consell, se está trabajando para tener listo el modificado del proyecto y llevarlo cuanto antes al pleno, si puede ser este mismo mes. Esta reforma también es urgente por la estrechez de la vía y el alcalde de Sant Joan y también conseller de la máxima institución insular, Antoni Marí, Carraca, ha reclamado en varias ocasiones que se acelere el proyecto.
Tampoco está terminada la carretera de Sant Miquel, que se inició bajo mandato progresista y que hace meses que está terminada a falta de ciertos acabados. En este caso está pendiente de un modificado del proyecto que tiene que pasar por el Consell Consultiu y que también lleva meses de retraso.