Los tiempos han cambiado. Si antes en las inauguraciones había surtido de canapés, ahora las autoridades se comen manifestaciones, como ocurrió ayer en la inauguración del edificio de la Comandancia que contó con una protesta de CCOO, UGT, STEI-i y CSI-F a la que acudieron una treintena de manifestantes y se sumaron una decena de estudiantes. La protesta se realizó con motivo de la celebración el pasado domingo del dia mundial del Trabajo Decente, «que este año tiene como centro de la reivindicación la juventud y creíamos que era una excusa suficientemente importante para cambiar el día», explicó Diego Ruiz, de UGT. No fue la única protesta, ya que durante el recorrido por las instalaciones, la comitiva de autoridades pasó por un aula con alumnos en clase y, en medio de los aplausos, un estudiante exhibió un folio en que se leía «no más recortes». Era día de reivindicaciones, como la de los estudiantes de Derecho, que se han quedado en la antigua sede y reclaman disfrutar de los mismos servicios que sus compañeros de la Comandancia. Pero también hubo oportunidad para el buen humor como cuando Vicent Serra, médico de profesión, tuvo oportunidad de mostrar sus dotes como médico con el muñeco de la sala de prácticas de los estudiantes de enfermería. «Està fotut», dijo Vicent Serra, que relató durante la visita las dificultades que suponía a las familias que sus hijos estudien fuera. Otros como la la rectora de la UIB, Montse Casas, y el conseller d'Educació, Rafael Bosch, contaban algunas anécdotas de su experiencia en la docencia. Esta visita por las instalaciones comenzó en un salón de actos en que se proyectaban imágenes antiguas de la isla y en el momento en que aparecieron las autoridades apareció el nodo de la visita de Franco en Eivissa. Por cierto, para ser lunes muchas instituciones estuvieron ayer desiertas de cargos públicos ya que en la Comandancia estaban la mayoría de los de la isla, salvo los del la oposición, PSOE-Pacte, que decidieron no acudir en solidaridad con los manifestantes. Quién sí estuvo y tuvo un papel relevante fue el ex conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, que incluso ejerció de guía a los invitados en el edificio. Todo un detalle.