La manifestación de Eivissa contra los recortes fue multitudinaria. Nada menos que 6.000 personas se sumaron ayer a la protesta convocada por los sindicatos CCOO, USO, STEI-i y UGT para coronar la segunda huelga general de la legislatura.
La izquierda ibicenca al completo secundó la marcha (PSOE-Pacte, ExC, EU, y ERC) a la que también se sumó el partido de centro Nova-A. Trabajadores de todos los sectores, especialmente de la sanidad y la educación, así como desempleados, estudiantes, padres y madres de alumnos, y un largo etc, formaron parte de esta numerosa concentración que partió a las 18,00 horas de Vara de Rey con un lema que no era el oficial pero sí el más repetido entre los manifestantes: «No es una crisis, es una estafa».
Más de dos horas tardó la marcha de protesta en recorrer las principales avenidas de la ciudad. Tras empezar en el paseo de Vara de Rey, continuó por Bartolomé Rosselló e Isidor Macabich, hasta alcanzar el primer cinturón de ronda (calle País Valencià) para regresar por Avenida de España. La marcha se detuvo ante el Consell para gritar el famoso «que no nos representan» con fuertes pitadas y hasta insultos contra los políticos.
A la manifestación acudieron trabajadores que ayer no se sumaron a la huelga general pero que sí quisieron adherirse a la protesta. Éste fue el caso de la auxiliar de enfermería, Lola Merchante, que estuvo de servicios mínimos pero que, de todas formas, no se hubiera sumado al paro general. «No lo hubiera hecho porque mi salario no me permite que me descuenten cien euros. Ya nos han quitado de todo, nos han quitado un 32%, nos han quitado la paga extra ¿qué más quieren? No les voy a dar otros cien euros para que sigan robando», afirmó.
Motivos para protestar
Otro manifestante, Óscar Díaz, salió ayer a la calle porque le parece «una vergüenza lo que está haciendo el Gobierno». «Nos están apretando cada vez más, nos están dando una vuelta de tuerca, y nos están quitando todos los derechos», destacó el joven. Entre los asistentes también se encontraban muchos desempleados. Éste era el caso de Pedro, que no quiso dar su apellido, pero que explicó que lleva dos años en paro y que cobra una ayuda de 430 euros al mes. «La mayoría de la gente tiene motivos para estar hoy aquí, porque el que no está, a este paso, estará pronto en el paro», advirtió.
La protesta culminó pasadas las 20,00 horas en el parque Reina Sofía, con un tercio de los manifestantes, ya que la mayoría se dispersó en Vara de Rey. Una vez en el parque, los representantes sindicales valoraron la concentración como un éxito.
Diego Ruiz, el secretario general de UGT, señaló que la protesta fue «multitudinaria» porque la sociedad ibicenca «ha respondido». «Esperamos que sirva para lo que se pretende que es un cambio, ni más ni menos, en las decisiones políticas de este gobierno», aseguró. En el mismo sentido se expresó el secretario general de CCOO, Felipe Zarco, para quien ésta «es la respuesta de la indignación y del cabreo que tiene la gente contra los recortes que está haciendo este gobierno». «Hemos superado todas las manifestaciones que se han hecho en Eivissa y eso para nosotros es un orgullo, aquí se nota el enfado de la gente», agregó el representante sindical, para quien el resultado de la huelga «ha sido una sorpresa porque ha sido un parón ciudadano total». «Los ciudadanos han respondido mejor de lo que pensábamos, se ha parado Eivissa», remarcó.
Los alumnos del instituto de Sant Agustí también cobraron protagonismo en la marcha. Sebastián Ramírez, su representante, explicó que pidió permiso al Govern balear para manifestarse por la mañana en el centro educativo junto a sus compañeros, una solicitud que primero fue aprobada pero que el martes, en vísperas de la huelga, «fue denegada». «Es injusto porque seguimos las reglas del Govern paso a paso pero nos la denegaron y me amenazaron con demandarme ante el Juzgado», criticó.
Por ello, ahora, desde este instituto surge una propuesta de huelga «masiva» estudiantil en todos los centros de secundaria de la Isla y en la UIB, convocada para el 20 febrero.
Largas colas de parados en el SOIB en la jornada de huelga
La estampa de los sindicatos recorriendo con el piquete las calles de la ciudad de Eivissa contrastaba ayer con las largas colas de parados que se acumularon durante toda la mañana frente a la oficina de empleo. Pasadas las doce del mediodía ya se habían repartido cientos de turnos para los desempleados que esperaban ser atendidos en la acera de la avenida Isidor Macabich, bien porque tenían cita previa o bien porque tenían consultas que hacer sobre su situación particular. Entre éstos, había ejemplos que retratan la cara más difícil de la crisis económica, como es el caso del joven Antonio Márquez Roldán, que ayer había acudido a las oficinas del SOIB a preguntar por qué desde hace dos meses no cobra su ayuda de 400 euros. «No sé por qué me la han parado y tengo una niña pequeña», se quejaba mientras esperaba su turno con el número 304. Eran pasadas las doce del mediodía, y la mesa que le tocaba iba por el número 269. Según explicó Márquez, no trabaja desde el verano pasado, cuando se le terminó el contrato temporal que tenía con la empresa de limpieza del Ayuntamiento de Eivissa, Cespa. Tiene la esperanza de trabajar en la obra, pero para ello necesita hacer un curso que le cuesta 200 euros y que ahora mismo no puede pagar.
Preguntado por si iba acudir a la marcha de protesta convocada por lo sindicatos, el joven confesó: «La verdad que no estoy motivado para nada ahora mismo».