Hay algo intrínseco al ser humano que le lleva a explorar sus orígenes, a buscar aquel ‘de dónde venimos' para seguir avanzando. En el caso de José Carlos Bonet Vallribera ese camino le ha llevado hasta Juneda y Borges Blanques, en Lleida, la tierra de la que procede su madre y su tío, el también artista Josep Vallribera. Y en esas dos localidades presenta este fin de semana sendas exposiciones en las que su investigación acerca de materiales como el metacrilato y las luces led sigue también su rumbo, mientras se resiste a abandonar elementos característicos de su producción artística, como la pintura y la madera.
Durante la tarde de hoy sábado, Bonet Vallribera inaugurará Llums I en el Complex Cultural de Juneda, una muestra compuesta por una quincena de obras de gran y medio formato (una de ellas mide 2x2 metros), mientras que mañana domingo al mediodía lo hará en el Espai Macià de Borges Blanques, en el que ha colocado pequeños formatos mayoritariamente bajo el título Llums II.
Según explicó ayer a este periódico el artista, se trata de una continuación del trabajo que presentó el pasado año en el Antiguo Mercado de Requena (Valencia), obras en las que juega con los contrastes entre materiales como la madera y la pintura unidos al metacrilato y las luces led, o conceptos como el espacio lleno y vacío o la luz y la oscuridad.
Pero si una cosa destaca en el trabajo reciente de Bonet Vallribera es el hecho de que el volumen está ganando la partida. «Cada vez gana más terreno, me atrae el volumen geométrico, combinar esa geometría con el expresionismo abstracto, jugando a su vez con las luces», dijo en coversación telefónica desde Borges Blanques, en la que reconoció, además, que se divierte con estas piezas, con su colorismo.
Diálogo
«Este es el camino y quiero seguir en él. El diálogo entre todos esos elementos me da fuerza para trabajar», confesó el artista, que cree estar vivivendo su mejor momento como creador coincidiendo con la salida de su trabajo de la Isla. De hecho, el próximo mes de mayo sus piezas podrán verse en Son Tugores, Alaró.
Pero esa senda que lleva a explorar otros horizontes más allá de Eivissa también tiene que ver con la merma de espacios expositivos en las Pitiüses. Una situación que coincide en el tiempo, según señala Bonet Vallribera, con un panorama artístico cada vez más vivo. «Parece que el mundo artístico en Eivissa va mejorando, pero tenemos que trabajar más duro. Hay gente joven con inquietudes que está haciendo cosas muy interesantes, pero el tema de las salas en las que exponer es uno de los problemas. S'Alamera cerrará dentro de poco tiempo y parece que Via 2 está a punto de cerrar. No sé qué haremos. En mi caso, me gustaría hacer más cosas en Eivissa, pero parece que el camino no pasa por ahí».
Por el momento, el viaje le ha llevado hasta Lleida, donde Llums I y Llums II podrán visitarse hasta el 7 de diciembre.