La rectora de la UIB, Montserrat Casas, advirtió ayer de que la Universitat deberá reducirá servicios si se continúa por el camino de los recortes presupuestarios, y recordó que «en los últimos cuatro años se nos ha reducido el presupuesto un 21%». «De momento -dijo- esperamos no tener que suprimir titulaciones, pero este curso ya hemos recortado en personal docente y de administración, hemos reducido horarios de bibliotecas y hemos recortado en contratos de limpieza, mantenimiento, luz, agua o telefonía. Estamos viviendo un poco bajo mínimos y si se supera un cierto límite al final habrá cosas que no se podrán mantener». Entre los servicios que peligran Casas mencionó la tutorización personalizada que contempla la metodología educativa del Plan Bolonia. También reconoció que no se cubrirán vacantes. A modo de curiosidad, Casas cifró en algo más de 3.100 euros la transferencia por alumno este curso «cuando otras universidades de primera categoría, como Cambridge, tiene 47.000 euros por alumno».
«Asfixia económica»
La rectora de la UIB, Montserrat Casas, realizó estas declaraciones tras leer a mediodía un comunicado elaborado conjuntamente por todos los rectores de universidades públicas de España para expresar su preocupación por la situación de la educación superior y la investigación y en el que advierten del «deterioro irreparable» del sistema universitario «al que se está conduciendo a una situación cercana a la asfixia económica».
En este comunicado, los rectores denuncian que «el recorte del 80% por ciento en investigación, que figura en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2013, junto con el ajuste del 18% en educación superior y la congelación de las plantillas de recursos humanos, llevará a España a la pérdida del tren del desarrollo tecnológico, hipotecando la investigación y los mayores avances en la frontera del conocimiento».
«Esto se contradice con el discurso político de que nuestro país debe basar su progreso en el conocimiento. Sin inversión en educación superior ni en I+D+I será inviable el funcionamiento de las universidades públicas y sin conocimiento, no habrá progreso», advierten.
Ante esta situación, solicitan al Gobierno que la investigación, el desarrollo y la innovación sean consideradas «como una inversión y no como un gasto», y que las universidades españolas «tengan una financiación pública suficiente y sostenible». A su vez, se comprometen a «incrementar la eficacia y eficiencia» de sus instituciones y a continuar con «la transparencia y rendición de cuentas».