Isabel Gómez, una veinteañera que acaba de ser madre, está tramitando la incapacitación de su progenitor, que padece esquizofrenia paranoide, para evitar que siga viviendo en la calle. «Quiero que tenga un lugar para ir a dormir, que esté limpio y pueda comer porque está desnutrido», dice su hija acerca de la situación de su progenitor, al que se le diagnosticó la enfermedad mental a los 17 años.
Por su enfermedad debe de tomar medicación, pero «él cree que no está enfermo con lo cual no toma medicación», dice Isabel, que recuerda que desde pequeña «se medicaba e iba bien, pero dejó de tomar la medicación y empezó a empeorar». El cambio del psiquiatra y la muerte de un familiar hizo tambalear el estado mental de su padre. «Le han cambiado el psiquiatra tres veces y ahora no sé quien es», dice. El tratamiento médico le ha ido bien «pero ahora no se lo pone», lo que ha supuesto un empeoramiento de la situación de su padre.
Además de dejar la medicación, consume drogas y alcohol que le han ocasionado un empeoramiento de su estado «Vive solo, mis padres están divorciados, y él se pasa la vida en la calle, parece un mendigo, está muy mal alimentado y se gasta el dinero en las máquinas tragaperras», dice Isabel acerca de la situación de su padre, que afecta al resto de su familia, como a su abuela, «a la que ha insultado y va a pedirle dinero, no puedo permitir esta situación», apunta.
[Lea todos los detalles de la información en la edición impresa o en Kiosko y Más]