El equipo de gobierno de Vila aprobó ayer sus presupuestos para 2013, unas cuentas que caen un 5,5% y las sitúa en 45,8 millones, a la vez que reducen las inversiones en un 37%, hasta los 2,5 millones de euros, y las condiciona a la venta de patrimonio municipal.
Como era de esperar, el aluvión de críticas de la oposición centró el debate, que concluyó con el voto en contra de PSOE-Pacte y ExC, y un anuncio por parte del concejal de Hacienda, Juan Daura: «En 2014 y 2015 tanto el gobierno central como el autonómico se van a volcar en Eivissa porque lo reclamamos y lo necesitamos». Así lo aseguró el concejal en respuesta a las críticas de ambos grupos políticos que coincidieron en que son unos presupuestos «solitarios y antisociales» porque solo se basan en las tasas que pagan los vecinos del municipio y no reciben aportaciones de otras instituciones, como el Consell, el Govern y el Estado a pesar de estar gobernadas, al igual que Vila, por el Partido Popular.
«Son unos presupuestos de transición», insistió Daura, en vistas a las reclamaciones que llevará a cabo a partir de 2014. «Ahora es lo que tenemos. Somos solitarios no por capricho sino por lo que nos hemos encontrado», insistió el edil en referencia a la «herencia» socialista.
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