Hubo negociaciones casi hasta el momento mismo de la votación pero, al final, no fue posible el acuerdo: la aplicación o no de los topes a los descuentos aéreos seguirá siendo una prerrogativa del Ministerio de Fomento aunque, por el momento, no se van a aprobar.
Hasta tres proposiciones no de ley sobre la polémica suscitada por la aplicación de topes se presentaron en la Cámara. Las del PSIB y Més incluían un rechazo explícito a la disposición adicional de los Presupuestos del Estado. La del PP optaba por reclamar al Gobierno del Estado que «se mantenga el actual sistema de bonificación».
Fue la que, finalmente, se aprobó. El diputado ‘popular' Luis Veramendi negó una y otra vez que el Ministerio de Fomento hubiera tenido alguna vez la idea de cambiar el sistema o de fijar topes.
Tanto Damià Borrás (PSIB) como Nel MarTí (Més) echaron mano de hemeroteca y de declaraciones de cargos del Govern (incluido el conseller de Turisme, Carlos Delgado) para demostrar lo contrario.
Diálogo de besugos
Carlos Delgado, que también fue interpelado por Damià Borrás, llegó a decir que no entraría en «diálogos de besugos» ya que nunca se puso sobre la mesa la posibilidad de cambios. Borrrás le recordó lo que Delgado dijo en un pleno, admitiendo que ya se habían iniciado las negociaciones.
Nel Martí, por su parte, recordó la postura que defendía el PP en 2010 cuando el ministro Blanco (ministro de Fomento con el PSOE) también planteó límites a los descuentos. Recordó que apoyaron al PP y que el Govern de Antich negoció. Borrás recordó que los socialistas votaron en el Congreso para cambiar la ley.
No fue posible el acuerdo. Para el PP y el conseller Delgado, el acuerdo tomado ayer por el Parlament es más que suficiente para que «todo siga igual».
Socialistas e ecosoberanistas auguraron que el acuerdo no garantiza que no quedan garantizados los descuentos.