Tras el acuerdo institucional que formalizaron los consells de Eivissa y Formentera con el respaldo político de todos los partidos de la pitiusa menor y en Eivissa del PP, PREF, Nov-A y Alternativa Insular pero no de los partidos de izquierda, la Autoritat Portuària comunicó ayer que respetará el acuerdo pitiuso, puesto que la «premisa» que puso el gestor portuario era precisamente eso, que hubiera consenso insitucional. «Y parece que finalmente lo habido. Una vez conseguido el acuerdo, el camino está bastante hecho, independientemente de los flecos técnicos», expresó un portavoz de la APB. En este sentido, la semana que viene comunicarán formalmente su decisión a las instituciones pitiusas, previsiblemente el lunes, aunque por el momento están intentando cuadrar sus agendas.
Y son precisamente estos «flecos técnicos» los que más preocupan a las navieras, por ejemplo, cómo se organizará la nueva ubicación del tráfico con Formentera, si se garantizarán las conexiones fluidas con el aeropuerto y la cuestión más importante: cómo organizará la APB los atraques.
«Una cosa es la decisión política y otra las cuestiones técnicas, que son las que hay que tener en cuenta porque los barcos los llevamos nosotros. ¿Cómo se organizará para que el Posidònia, por ejemplo, atraque al mismo tiempo que los barcos de otras empresas? La APB tiene que dar explicaciones técnicas porque está el club náutico al lado, en la entrada de ese muelle no pueden entrar y salir varios barcos a la vez y en verano previsiblemente si se queda como está el muelle comercial se generaría un embudo. Considero que técnicamente es un retroceso», explicó Gerardo Ferrero, representante de la empresa Mediterránea Pitiusa.
En este sentido, considera necesario que la APB «dé las explicaciones oportunas para aclarar esto» y, en la actualidad y tal como está el muelle comercial, Ferrero no lo ve «viable, salvo que hagan algo en la zona».
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